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El artículo sugiere que, si bien los mensajes tratan del juicio, el evangelio debe entenderse en un sentido positivo. También propone no centrarse exclusivamente en el mensaje crucial de los tres ángeles en Apocalipsis, sino proclamarlo en el contexto de los otros mensajes de Apocalipsis.

Primero, haremos análisis exegético de Apocalipsis 7 y Apocalipsis 14:4 y 5. Luego, echaremos un vistazo a las declaraciones de Elena de White que, de acuerdo con los defensores de la TUG, señalan una perfección absoluta para los integrantes de la última generación de redimidos.

 

Aunque haremos algunas breves valoraciones de los postulados de la TUG, la mayor parte del presente capítulo se centrará en las enseñanzas de sus principales exponentes, así como las de sus principales opositores. Dicho de otro modo, trataremos de determinar objetivamente lo que los defensores de la TUG y sus críticos han creído y enseñado sobre la denominada “verdad” de la Expiación final.

Empecemos examinando la suposición de que una persona puede saber con certeza cuándo él o ella ha alcanzado la perfección. ¿No es lógico que los creyentes necesiten conocer su condición para que, si aún no están cerca del ideal, pueden dar los pasos necesarios para remediar la deficiencia?

Desde los inicios de la Iglesia Adventista, han existido tensiones en relación con diferentes aspectos de la doctrina. Una de ellas es la diferencia de interpretaciones del lugar donde Cristo se sentó desde su ascensión al cielo a la diestra del Padre. Este artículo discute los pro y los contra de dos posiciones: la funcional y la de dos departamentos.

Se propone que la teología adventista ha ido dejando atrás el santuario para abrazar la perspectiva protestante de la justificación como nuevo principio articulador. Se identifican algunos de los agentes históricos más importantes de este cambio y algunas de las implicancias que este tiene en el sistema teológico y la identidad adventista.

El estudio sugiere que πορνεία y los términos relacionados se refieren a actividades sexuales (siempre que se usen en sentido literal) tales como la prostitución, las relaciones sexuales prematrimoniales, el adulterio, el incesto y la actividad homosexual.

Si fuese Dios, alentaría a la Iglesia Adventista del Séptimo Día a que empiece a pensar, planificar, y actuar en una manera que derrote el plan de juego del diablo. Alentaría al adventismo a multiplicar el poder de sus bendiciones, tratando sus desafíos en una manera abierta, honesta y cristiana, y a que pongan todas sus energías en maximizar sus oportunidades misiológicas…