El tema del juicio final es una doctrina cristiana encontrada no solo en la Biblia, sino también en los antiguos credos cristianos. Esta doctrina no es una invención de la Iglesia Adventista, sino que ha sido considerada como parte del mensaje cristiano desde tiempos apostólicos. Según Pablo, el juicio era parte del evangelio que predicaba a judíos y gentiles; no era incompatible con su enseñanza sobre la justificación por la fe. ¡Sin juicio no hay buenas nuevas! La buena noticia es que, aunque el juicio nos condena, Jesús sacó a la luz una justificación basada no en la ley, sino en la fe en Él como nuestro sustituto y Salvador. Todavía hay un juicio, pero ahora podemos afrontarlo con confianza sabiendo que seremos absueltos en Cristo y a través de Él.