En la actualidad, una comprensión deficiente de la Trinidad, de la divinidad de Cristo y de la persona del Espíritu Santo, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, ha dado lugar a posturas anti-trinitarias en algunos movimientos cristianos. Por ejemplo, los Testigos de Jehová sostienen que la doctrina de la Trinidad no tiene fundamento bíblico, sino que proviene de influencias católicas y paganas. Según su perspectiva, Jesús es un ‘dios’ creado por el Padre y no es igual a Él. Además, consideran que el Espíritu Santo es una fuerza, y no una persona
Sin embargo, la Escritura revela: (1) la existencia de la Trinidad; (2) la divinidad de Cristo; y (3) la divinidad y personalidad del Espíritu Santo. Este tema es crucial para abordar.
I. La Trinidad en el Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, la Trinidad es implícita, a diferencia de su manifestación más explícita en el Nuevo Testamento, y sugiere la existencia de más de una persona divina:
- Más de una persona divina participó en la creación del ser humano (Gn 1:26).
- Después de pecar, el ser humano llegó a conocer el bien y el mal, de manera similar a la Trinidad (Gn 3:22).
- Más de una persona divina confundió a los que estaban construyendo la torre de Babel (Gn 11:7).
- David señaló que su Señor habló a su Señor (Sal 110:1).
- En el llamado a Isaías, una de las personas divinas preguntó quién iría por parte de ellos; y se dirigió, por supuesto, a personas que tienen la misma autoridad (Is 6:8).
- En el Antiguo y Nuevo Testamentos, la Trinidad está conformada por:
- Jehová (el Padre en el NT), que dialoga con el Ángel de Jehová/Dios (1 Cr 21:18; 27).
- El Ángel de Jehová/Dios (el Hijo en el NT), que está en la presencia de Jehová e intercede por sus hijos (Zac 3:2, 5).
- El Espíritu de Jehová/Dios (el Espíritu Santo en el NT), que aparece junto con las otras dos personas.
g. Los textos que de manera implícita mencionan a estas tres personas se encuentran principalmente en el libro de Isaías:
- Isaías 42:1 revela a Dios enviando a su Siervo (el Mesías), en quien tiene contentamiento y a quien le otorga el Espíritu (cf. Mt 3:17).
- Isaías 48:16 revela a Jesús como presente desde el «principio» y enviado por Jehová Dios y el Espíritu.
- Isaías 63:8-10 menciona a Jehová, el Dios de Israel; al Ángel de su faz (el Ángel de Jehová); y al Espíritu.
II. La Trinidad en el Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento revela que hay tres personas divinas:
- En el bautismo del Señor Jesús, se manifiestan el Padre, quien habla desde el cielo, y el Espíritu Santo, que desciende en forma de una paloma (Mt 3:16-17).
- El creyente es llamado a hacer discípulos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 28:19).
- Antes de regresar al cielo, Cristo mencionó que rogaría al Padre para que enviara «otro Consolador», el Espíritu Santo (Jn 14:16-17).
- En Hechos 2:33 se menciona que Jesucristo ascendió a la diestra del Padre y que, como resultado, la Iglesia recibió el Espíritu Santo.
- Al final de su epístola, Pablo hace referencia a la Trinidad (1 Co 13:14).
III. La divinidad de Jesús en la Escritura
La Biblia presenta al Señor Jesús como una de las personas de la Trinidad. En este contexto, Él es descrito como eterno, divino, Creador y Redentor.
Antiguo Testamento
El Ángel de Jehová
Como se mencionó anteriormente, el Cristo preencarnado era conocido como el «Ángel de Jehová» o «Mensajero de Jehová». En el Antiguo Testamento, se le describe con atributos divinos y se identifica a sí mismo como Dios.
- El Ángel de Jehová conversó con Agar, y al final del diálogo, ella exclamó: «Tú eres Dios» (Gn. 16:13; leer desde el v. 7).
- Al dialogar con Abraham, el Ángel de Jehová se llama a sí mismo “Jehová” (ver Gn 22:1-2, 12, 15-18).
- Cuando conversó con Jacob, el Ángel de Jehová se identificó como el “Dios de Beth-Él” (Gn 31:11-13).
- Reconociendo que fue Dios quien libró a los hebreos de Egipto e hizo un pacto con ellos, el Ángel de Jehová se responsabilizó de todo ello (Juec 2:1-2).
- En presencia de Manoa, el Ángel de Jehová recibió adoración, una práctica reservada exclusivamente para Dios (Juec 13:19-21).
- En los juicio divinos, el Ángel de Jehová cumplía la función de intercesor (Zac 3:2-3, 5).
El Mesías
- Al Mesías venidero se lo identifica como “Dios fuerte” y “Padre eterno” (Is 9:6).
- Quien iba a venir, el Mesías, era eterno y no fue creado (Miq 5:2).
Nuevo Testamento
- El Verbo es identificado como Dios, y se reveló que fue encarnado y “habitó entre nosotros”. Jesucristo es aquel Verbo (Jn 1:1, 14).
- Considerando el texto griego, Juan identificó al Jesucristo como “el Hijo único, que es Dios” (Jn 1:18, énfasis añadido).
- Tomás identificó a Cristo como “Señor” y “Dios” (Jn 20:28).
- Es el Creador de todas las cosas (Jn 1:1-3; Col 1:16-17).
- Pablo identificó a Jesucristo como Dios (Ro 9:5) y señaló que en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad (Col 2:9).
- Pablo reveló la condición divina del Hijo y su igualdad con el Padre (Fi 2:5-8; Col 1:15-17).
- Cristo es identificado como “Salvador” y “Dios” (Tit 2:13).
- El Padre se dirige a Jesucristo y le dice “Tu trono, ¡oh, Dios!” (Heb 1:8).
IV. La divinidad y persona del Espíritu Santo
De acuerdo a las Escrituras, el Espíritu Santo es una de las personas de la Trinidad; a Él se lo presenta como Creador, Maestro, Juez y Guía.
Antiguo Testamento
- Estuvo al principio de la creación (Gn 1:2).
- Se lo revela como el “Creador” (Job 33:4; Sal 104:30).
- Era el Juez de Israel (Juec 3:10).
- Tiene atributos de una persona: habla, instruye, juzga (que implica tener la capacidad para reflexionar y decidir), amonesta, guía, entre otros (Juec 3:10; 1 Rey 22:24; Neh 9:20, 30; Sal 143:10).
- Hay personas que se rebelan contra el Espíritu (Sal 106:33).
Nuevo Testamento
- Es una de las personas de la Trinidad (Mt 28:19; 1 Co 13:14).
- Es igual a Jesucristo y es su Representante aquí en la tierra (Jn 14:16, 26; Hech 16:6, 7).
- Tiene características de una Persona: habla, guía, enseña, oye, etc. (Jn 16:13).
- Se lo identifica como Dios (Hch 5:3-5).
- Es el Misionero y delega responsabilidades a sus instrumentos (Hech 8:29).
- Intercede y ayuda en las debilidades (Ro 8:26, 27).
- Conoce todo del Padre (1 Co 2:10-11).
- Por sus paralelismos, común en la literatura hebrea, 1 Corintios 12:4-6 identifica al Espíritu Santo como una de las personas de la Trinidad.
- Por sus prerrogativas divinas, Él reparte los dones espirituales de acuerdo con su propia voluntad (1 Co 12:11).
- El creyente es llamado a tener una comunión con el Espíritu Santo (2 Cor 13:14).
- Somos llamados a no entristecer al Espíritu (Ef 4:30).
Conclusión
La Trinidad es una de las verdades fundamentales que se registran en la Escritura. De acuerdo con el estudio, las tres personas divinas han estado activas a lo largo de toda la historia. Cristo y el Espíritu Santo, como personas divinas, no fueron creados, sino que siempre han estado con el Padre. Dios desea que lo conozcamos más profundamente y que lo adoremos en Espíritu y en verdad.
Fuente: Estrategias 14, no. 1 (2016): 108-113.