Alusiones al sábado en Apocalipsis 12 al 14

La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha estado siendo criticada por su creencia de que la persecución final del anticristo será por causa del “sábado”1 o por “los diez mandamientos”.2 Según ellos, la interpretación adventista de Apocalipsis 13 y 14, con respecto al “sábado”, al “sello de Dios” y a la “marca de la bestia”, no tiene sustento bíblico, sino que se basa únicamente en los escritos de Elena de White. Frente a esta situación, este artículo tiene como objetivos buscar y estudiar las alusiones al sábado en Apocalipsis 12 al 14 (capítulos que tratan acerca de la crisis venidera) y su relevancia en el tiempo del fin. Se cree y fundamenta que la interpretación de Daniel y Apocalipsis tiene como principio la Sola Escritura; es decir, la Biblia como su propio intérprete, el mismo que el adventismo siempre ha mantenido.3

En este artículo se realizará un estudio contextual-bíblico de Apocalipsis 12 al 14. Se iniciará hablando sobre las alusiones al Antiguo Testamento4 en estos capítulos. Después, se analizará Apocalipsis 12:17//14:12; 13:11-18; 14:7,5 textos que aluden al sábado. Para ello, se analizará el término “mandamiento” tanto en el AT como en el NT.

Análisis contextual de Apocalipsis 12 al 14

Uno de los libros de la Biblia más difíciles de estructurar es Apocalipsis. Por mucho tiempo se ha intentado formar un esqueleto literario con el fin de tener una mejor comprensión.6 En el adventismo, la estructura que por años ha servido de base y ha recibido apoyo,7 es la de Kenneth Strand.8 Temporalmente, él divide Apocalipsis en dos partes: (1) la parte histórica: 1:10b-14:20 y (2) la parte profética o escatológica: 15:1-22:5. Sin embargo, en realidad la parte histórica inicia en el capítulo 1 y continúa hasta el capítulo 11;9 la sección escatológica comienza desde el capítulo 15 y culmina en el 22. Con respecto a los capítulos 12 al 14, por la unidad que los caracteriza, forman la parte intermedia del libro, donde la historia y la escatología10 están entretejidas.11 La parte intermedia de Apocalipsis ha sido estructurada quiásticamente por William Shea, proponiendo como centro 14:1-5:12

En X se observa que el tema principal de estos capítulos es la victoria del Cordero y de su pueblo sobre Satanás (14:1-5). Esta es ganada por el remanente, el cual predica los Mensajes de los tres ángeles (Ap 14:6-12),13 al vencer a los dos agentes de Satanás en esta tierra (quienes son las dos bestias de Apocalipsis 13 [G//G’]). En el tiempo del fin, según F//F’, el centro de este conflicto son “los mandamientos de Dios” y “el testimonio de Jesucristo” (12:17). En este contexto, tanto los “mandamientos” como el “testimonio de Cristo” cumplirán un papel preponderante que permitirán distinguir a los verdaderos adoradores de los falsos. Por último, el marco de referencia de Apocalipsis 12 al 14, según A//A´, es el santuario celestial (11:19; 15:5-8); lo cual permite concluir que, para cualquier interpretación de estos capítulos (12-14), se debe tener en cuenta este lugar.

Alusiones al sábado en Apocalipsis 12 al 14

Antes de analizar los textos que aluden al “sábado”, primero se estudiará Apocalipsis 11:19 y 15:5-814 y se tratará sobre las alusiones del AT en Apocalipsis 12 al 14. Ambos aspectos ayudarán a encontrar las referencias al sábado en estos capítulos.

(1) Apocalipsis 11:19 y 15:5-8

El capítulo 11, versículo 19, cumple una función introductoria de los capítulos 12 al 14 (e incluso de los capítulos 12 al 22) y es la conclusión de los once primeros. Este texto es la cuarta escena del santuario y, como indica Shea, es el centro del Apocalipsis.15 En el caso de 15:5-8, estos son la conclusión de los capítulos 12 al 14 y son la introducción a las escenas finales de los capítulos 15 al 22, especialmente del 16 al 18.16

Estas dos escenas registran el santuario en el cielo y el arca del pacto. Estos dos elementos indican claramente la presencia de la ley divina (recuérdese que las tablas de la ley eran guardadas en el santuario terrenal [Éx 25:21; Dt 10:2], tipo del celestial [Heb 8:1-5; 9:10-12]). Por lo tanto, que el arca del pacto aparezca en la introducción y en la conclusión de esta visión (11:19; 15:5-8), revela que cualquier texto que registre el término “mandamientos” o “ley”, en Apocalipsis 12 al 14, alude a las dos tablas de la ley de Éxodo 20.

(2) El uso del Antiguo Testamento en Apocalipsis 12 al 14

Para comprender el último libro de la Biblia se debe recurrir al AT, especialmente a los libros proféticos, porque muchos de sus versículos aluden17 al AT.18 Un ejemplo son los capítulos 12 al 14. Al leer el capítulo 12, el autor, posiblemente, aludió tanto a 1 Reyes 17 como a Génesis 3:15. Por un lado, en Reyes se describe la persecución de Elías y la sequía de tres años y medio, y en Apocalipsis se narra la persecución de Satanás hacia la mujer por 1260 días; por otro lado, tanto en Génesis 3:15 como en Apocalipsis 12:17 existe un paralelismo en ambos textos.19 Apocalipsis 13 es otro ejemplo, puesto que Juan aludió a Daniel 7.20 Por una parte, Daniel describe a tres bestias: “el león”, “el oso” y “el leopardo”; por otra parte, Juan ve a “una bestia semejante a un leopardo; sus pies eran como de oso, y su boca como la boca de león” (13:2). Mientras que Daniel presenta al cuerno pequeño atacando a Dios, el santuario, la ley y los santos (7:25); Juan indica que la bestia del mar (el mismo cuerno pequeño)21 blasfema contra Dios, va en contra de los mandamientos y persigue a los santos (vv. 5-7). Además, Juan probablemente tuvo en mente el ataque del cuerno pequeño hacia la ley divina (Dn 7:25), cuando escribió el ataque de la bestia hacia los mandamientos de Dios (Ap 13, 14). Otro elemento es el factor tiempo, a saber, los “tres tiempos y medio” de dominio del cuerno pequeño (7:25), los cuales son los mismos 42 meses en Apocalipsis 13:5.

El último ejemplo es Apocalipsis 14. El autor también estaba pensando en el capítulo 7 de Daniel.22 Elementos tales como “bestias” (cf. Dn 7:1-7 y Ap 13:1, 11; 14:9-11), “juicio” (cf. Dn 7:9-10 y Ap 14:7), el “Hijo del hombre” (cf. Dn 7:13 y Ap 14:14), corroboran esta idea.

En conclusión, Juan usó el AT para escribir Apocalipsis 12 al 14. Por esta razón, es importante estudiar el AT para tener una mayor comprensión de estos capítulos (12 al 14). Teniendo esto en cuenta, se analizarán los textos que aluden al sábado.

Apocalipsis 12:17 y 14:12

Apocalipsis 12:17 es la síntesis de los capítulos 13 y 14 y resume la batalla final entre el remanente y Satanás con sus secuaces. Apocalipsis 14:12 es parte del mensaje del tercer ángel, y es proclamado por el remanente.23 Este aparece en el tiempo del fin y tiene dos características principales: (1) guarda los mandamientos de Dios (12:17//14:12) y (2) tiene el “testimonio/fe de Jesucristo” (12:17//14:12). Para esta parte, solo se analizará el término “mandamientos”. Para ello, se estudiará su uso y significado tanto en el AT como en el NT.

La palabra “mandamiento”, en Apocalipsis 12:17 y 14:12, corresponde al término griego entolé,24 el cual es traducido como indicación”, “orden”, “decreto”, “ley”, “precepto”; y al término hebreo misewah. Este término hebreo, que aparece 124 veces en el AT, es traducido en la Septuaginta (LXX) como entolé (Lv 4:13, 22, 27; 5:17; Nm 15:22, 31), y en la mayoría de veces aparece junto con ordenanza, ley, precepto (Éx 15:26; 16:28; 6:2; 1 R 2:3). En algunos casos, tanto ley como mandamiento están íntimamente familiarizados con las dos tablas de la ley de Éxodo 20 (Ex 24:12; Dt 5:29, 31). En el AT, guardar los mandamientos implica cuidar del prójimo y servir de todo corazón a Dios (Jos 22:3, 5). Aquellos que no los guardan les depara un futuro frustrante (1 S 13:13); sin embargo, las personas que sí los observan serán prolongadas sus días (1 R 3:14).

En el NT, entolé mayormente se registra en los evangelios, en las cartas paulinas y en Apocalipsis. En los sinópticos (evangelios según Mateo, Marcos y Lucas), en la mayoría de casos, este término hace referencia a los diez mandamientos de Éxodo 20 (Mt 5:19; 19:17; Mr 10:19; Lc 23:56), y en algunos casos a las leyes escritas por Moisés (Mt 19:1; Mr 10:5). Entolé es contrario a la tradición humana (Mt 15:3; Mr 7:8, 9) y su obediencia es la prueba del amor que un cristiano profesa (Mt 22:34; Mr 12:28-34).

Para Juan, entolé significa ordenanza (11:57) y autoridad otorgada (10:18; 12:49; 12:50), y tiene como esencia el amor (13:34; 14:15, 21; 1 Jn 2:3, 4:21), al igual que en el AT (Dt 6:4,5; Lv 19:18). Uno de los mandamientos de Dios es tener fe en el mesianismo de Cristo (1 Jn 3:23). Para Pablo, entolé son los diez mandamientos (Ro 7:7-12 y 13:9)25 y su observancia es la máxima expresión del amor (Ef 6:2). También se considera lo ordenado e instruido por Dios para ser reconocido y proclamado (1 Co 14:37; Col 4:10).

En síntesis, entolé, en las Escrituras, es traducido como mandamiento (s) y, mayormente, se refiere a los diez mandamientos de Éxodo 20.

Teniendo esto como base, se concluye que entolé, que registra Apocalipsis 12:17 y 14:12 (por el paralelismo de ambos textos, estos son los mismos), se refiere al decálogo de Éxodo 20. Por lo menos, hay dos razones para aceptar esta interpretación:

  1. Como se ha visto, entolé, en el AT,26 los sinópticos y las cartas paulinas, mayormente son los diez mandamientos. Es verdad que hay casos que no indican esto; pero, por lo general, este término alude a las dos tablas de la ley.27
  2. El contexto de Apocalipsis 12:17 y 14:12 tiene como marco de referencia el santuario celestial (Ap 11:19; 15:5-8); por lo tanto, los mandamientos son los diez de Éxodo 20, puesto que las tablas de la ley eran guardadas en el santuario terrenal (tipo del celestial; ver, Dt 10:2).

Por consiguiente, no hay duda que los mandamientos de Apocalipsis 12:17 y 14:12 son los diez escritos en las tablas de piedra. Esto, indiscutiblemente, incluye el cuarto mandamiento que ordena la observancia del sábado.

Otro aspecto que se puede concluir de la identificación de los mandamientos de Apocalipsis 12:17 y 14:12, es que estos, básicamente los cuatro primeros, cumplirán un papel preponderante en el tiempo del fin. Este aspecto permite destacar tres puntos:

  1. El remanente del tiempo del fin tendrá como característica principal los diez mandamientos, ¡incluyendo el sábado! Esto implica que el remanente escatológico será sabático, guardador y protector de la ley divina.
  2. Satanás intentará eliminar o cambiar estos mandamientos. Él no sólo batalla contra el remanente, sino también contra la ley. De esta manera, “la controversia en el tiempo del fin descrita en Ap 12:1-15:4 debe, por tanto, girar en torno a los diez mandamientos”.28
  3. Puesto que el mensaje del tercer ángel está en el contexto de la adoración y de la marca de la bestia, los mandamientos tienen una íntima relación con el sello de Dios, la marca de la bestia y la adoración. Según el registro bíblico, solo serán sellados por Dios los que obedezcan estos mandamientos; los cuales constituyen y constituirán una señal de adoración.
Apocalipsis 13:11-18

Como se mencionó, existe una unidad literaria en los capítulos 12 al 14 de Apocalipsis. Por esta razón, ahora se tratará sobre los mandamientos de Apocalipsis 12:17 (cf. 14:12) a la luz de la batalla final presentada en 13:11-18. Se presupone que estos versículos también aluden al sábado.

Apocalipsis 13 presenta la batalla final del remanente (v. 10) versus la bestia que sube del mar (vv. 1-10) y la bestia que sube de la tierra (vv. 11-18). Por un lado, se presentan las acciones realizadas por parte de la bestia del mar a lo largo de la historia (vv. 1-7); por otro lado, se detallan los actos futuros que realizará la bestia de la tierra, con el propósito de que todos los humanos adoren a la bestia del mar (vv. 12-18). Para concretar sus objetivos, la bestia de la tierra “engañará/seducirá”29 a los hombres para implantar una falsa adoración. Para diferenciar a los verdaderos adoradores de los falsos, se colocará la marca en la frente o en la mano (v. 16).30 La palabra marca, en griego, es jaragma y siempre se relaciona con la idolatría (ver, por ejemplo, Hch 17:29); en Apocalipsis,31 solo se refiere a la marca de la bestia (13:16,17; 14:9,11; 19:20).32 Como no hay muchas referencias sobre el significado de jaragma, estudiar brevemente sus sinónimos será de gran ayuda.

Los sinónimos33 de jaragma son stigma34 y jarakter.35 Generalmente, estos términos eran usados en el contexto de venta, especialmente la de esclavos. En el tiempo de los romanos, los soldados eran marcados sobre las manos y los esclavos sobre sus frentes, mostrando lealtad al emperador.36 Esta marca, como una estampa, señalaba propiedad, servicio e identidad.

Desde esta perspectiva, en el contexto de Apocalipsis 13, la marca de la bestia connota pertenencia y servicio a la bestia de forma voluntaria. Los moradores de la tierra, al ser marcados, decidirán obedecer únicamente a la bestia y no a Dios. No solo eso, al recibirla, ellos declararán públicamente quién es su amo y quiénes son ellos.

Esta marca, como indica Enrique Treiyer, es también una señal37 que distinguirá a los verdaderos adoradores de los falsos. En la Escritura, algunos mandatos de parte de Dios también eran considerados como señales. Como por ejemplo, la circuncisión (Gn 17:11), la marca en la frente o en el brazo (Éx 13:9, 16) y el sábado (Éx 31:13, 17; Ez 20:12, 20). Generalmente, estas implicaban identidad y pertenencia, sobre todo en relación con Dios, y se caracterizaban por: (1) ser recordadas (los mandamientos y el evento de la liberación del Éxodo) y (2) ser señales de una especial relación entre Dios y su pueblo.38 Estos mandamientos están en el marco de la adoración.

En la crisis final, la señal que tendrán los falsos adoradores será la marca de la bestia y la señal de los verdaderos será el sello de Dios.39 Aquellos que poseerán el sello divino, por la unidad de Apocalipsis 12 al 14, serán las personas que guardarán los mandamientos (12:17; 14:12); no obstante, los que tendrán la marca de la bestia serán quienes pisoteen y cambien estos mandamientos, mostrando fidelidad a la bestia y una actitud de rebeldía contra Dios. Por lo tanto, la ley será la base para distinguir a los verdaderos adoradores de los falsos, o como lo sintetiza Martínez: “La ley ubicada en el contexto escatológico se transforma en el elemento que distingue a los que escogen ser fieles a Dios de los otros que no hacen esta elección”.40

Otro punto importante a tratar es la guerra de las bestias de Apocalipsis 13 contra los mandamientos. Al leer este capítulo, se nota que ambas bestias irán en contra de la primera tabla de la ley (primero al cuarto) de Éxodo 2041 y no en contra de la segunda (quinto al décimo).42 El primer mandamiento declara: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (v. 3); sin embargo, la bestia que sube del mar hace que el mundo lo adore como si fuera dios (vv. 5, 8). El segundo ordena: “No te harás ídolo, ni semejanza… ni las adorarás” (vv. 4, 5), no obstante, la bestia que sube de la tierra manda que los hombres “hagan una imagen de la bestia” (v. 14) y hace que los moradores de la tierra “adoren a la bestia” (v. 12). El tercero establece que nadie debe “blasfemar el nombre de Dios en vano” (v. 7); pero, la bestia que sube del mar tiene “nombres arrogantes” (v. 1) y a la vez “blasfema” (vv. 5, 6). En el caso del cuarto mandamiento, este merece un estudio particular.

Como se mencionó, los mandamientos son una señal y, en la batalla final descrito en Apocalipsis 12 al 14, serán lo opuesto de la marca de la bestia. No obstante, de entre los diez existe uno en especial que lo hace único y diferente de los otros nueve: el cuarto. Hoy en día, nadie, en el cristianismo, rechaza los seis mandamientos de la segunda tabla (quinto al décimo), mucho menos están en controversia para no ser aceptados. Todos, así se desobedezca, conocen el mandamiento que declara “no matarás” y no lo contradicen, así sea teóricamente. El respeto por el cónyuge y las propiedades también se aceptan en la sociedad, considerando tanto el séptimo, noveno y décimo mandamientos; de igual manera la honra hacia los padres (quinto). Sin embargo, el único mandamiento distinguible de entre los diez, y que a lo largo de la historia del cristianismo siempre ha estado en controversia, es el cuarto.

En Apocalipsis 13, la acción principal que distingue a los fieles hijos de Dios y los seguidores de la bestia es la adoración; o se adora a Dios, o se adora a la bestia. Puesto que adorar implica guardar los diez mandamientos, especialmente los cuatro primeros según el capítulo 13, y la adoración es una respuesta a los actos divinos en favor del ser humano; entonces, se debe buscar un mandamiento, de entre los cuatro, que tenga una expresión de adoración en gratitud por los actos realizados por Dios. Precisamente este es el cuarto.

Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, más el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo. Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el SEÑOR bendijo el día de reposo y lo santificó (Éx 20:8-11).

Y acuérdate que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el SEÑOR tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y brazo extendido; por lo tanto, el SEÑOR tu Dios te ha ordenado que guardes el día de reposo (Dt 5:13-15).

Mientras que el segundo mandamiento pide no adorar a dioses ajenos, el cuarto también enfatiza la adoración exclusiva a Dios. En este se distinguen las obras humanas con las obras divinas y se reposa únicamente para el Señor. Este es el día cuando se conmemora los actos creadores (“Porque en seis días hizo”) y salvíficos de Dios (“el SEÑOR tu Dios te sacó”), los cuales hacen recordar que al único a quien se le debe adorar es a él. Como producto de la adoración, el ser humano recibe la bendición y la santificación de parte del cielo, dones que solo aparecen en el cuarto mandamiento.

Por esta razón, la bestia que sube de la tierra atenta contra el día de reposo. Por un lado, Dios realizó y realiza actos que lo conmemoran como creador y redentor,43 y, como tal, recibe la adoración por parte de su creación; por otro lado, la segunda bestia hace “grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra en presencia de los hombres” (v. 13), con el objetivo de que se rindan a la primera bestia. Mientras que Dios, en el día de reposo, prohibió realizar obra alguna, puesto que es su día, la bestia se atribuye la potestad divina y prohíbe “comprar ni vender, sino el que tuviese la marca” (v. 17). Por último, entretanto que Dios manda que nadie, “ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo”, realice acto alguno (v. 10), puesto que él es el creador del universo y Señor del sábado (Mr 2:27-28); la bestia, otorgándose así misma autoridad divina, “hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca” (13:16). Todas estas acciones realizadas por ambas bestias permiten concluir que ellas están en contra del cuarto mandamiento. La razón principal de todo, es que al estar en contra del día de reposo, se está en contra del nombre y la autoridad de Dios como creador y redentor, lo cual generará una falsa adoración; precisamente lo que ambas bestias hacen al poner la marca a los moradores de la tierra.

Después de este estudio, se nota que el único mandamiento, de entre los diez, que es una señal visible de adoración, por los elementos que lo componen, es el cuarto. En él, Dios es adorado por sus obras en favor del ser humano. Como tal, el día de reposo será, en la crisis venidera, el día opuesto a la marca de la bestia y el centro del ataque de Satanás y sus secuaces.

Apocalipsis 14:744

Apocalipsis 14:6-7 registra el mensaje del primer ángel, y su proclamación es de suma importancia en el contexto de la crisis final, puesto que tiene como objetivo invitar al mundo a “Adorar al Creador” (v. 7), y no a la bestia ni a su imagen. En este mensaje, específicamente el versículo 7, también existe una alusión al sábado. El texto declara:

Diciendo a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.

Cuando Juan escribió “adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”, es posible que haya estado pensando en Éxodo 20:4 y 11. Varios eruditos proponen esto. Por ejemplo, los editores de la cuarta edición del griego del NT notan, en el margen, que Apocalipsis 14:7b alude a Éxodo 20:11.45 De igual manera, en el Anchor Bible Commentary, con la interpretación de Josephine Massyngberde, se declara: “El ángel heraldo en el 14:6, 7 anuncia la reafirmación del decálogo y la adoración de un solo Dios, en oposición a la adoración de la imagen (13:15) que violó los mandamientos. La referencia a Dios como Creador es entendida a la luz de la referencia al cielo, a la tierra, y al agua debajo de la tierra en Éxodo 20:4”.46 Asimismo, el erudito William Shea indica:

El llamado del mensaje del primer ángel es un llamado a adorar. Este es un llamado para adorar a Dios como Creador. El lenguaje creador encontrado en el mensaje del primer ángel se dirige directamente al cuarto mandamiento dado en el Sinaí. El paralelo elaborado aquí suma dos líneas más que soporta esta interpretación.47 Como se observa, los elementos que aparecen tanto en Éxodo 20:11 como en Apocalipsis 14:7 son prácticamente los mismos.48 Términos como “Señor/Dios”, “hacer/hizo”, “cielo y la tierra, y el mar y las fuentes de las aguas”, confirman esto. Es más, en ambos textos existe un énfasis de “Creador, creación”, el mandato de “recordar” (Éx 20:8), “temed”, “dadle gloria” y “adorad” (Ap 14:7), que afirman, una vez más, que el autor estaba aludiendo a Éxodo. Al respecto, Kenneth Strand comentó:

El mensaje del primer ángel de Apocalipsis 14:6,7 enfatiza su referencia a la creación con un lenguaje similar al del mandamiento del sábado en el Decálogo; este mensaje también está ligado al salmo de alabanza ordenado por el rey David en el momento cuando el arca que contenía los Diez mandamientos fue traída a Jerusalén (ver 1 Cr 16:7-36).49

Este paralelismo, entre la “adoración al Creador” del primer ángel con el cuarto mandamiento, revela la relación entre la adoración, el sábado y el creador; permitiendo concluir que adorar al creador implica guardar el día de reposo, día que lo instituyó santo y suyo a la vez. Como declara Ekkehardt Mueller: “Lo escrito en 14:7 especifica el cuarto mandamiento. Adorar a Dios como Creador también implica guardar su día santo, el día que Él instituyó en la creación como una conmemoración de la creación”.50 Por lo tanto, aquella persona que en la crisis venidera no desee adorar a la bestia ni a su imagen, obedecerá fielmente el cuarto mandamiento.

En conclusión, Apocalipsis 14:7 es otra alusión al sábado y su propósito es invitar al mundo a adorar a Dios en su día. Por esta razón, las bestias de Apocalipsis 13 tratan de eliminar el cuarto mandamiento implantando la marca de la bestia a los moradores de la tierra. No obstante, el remanente, a través del mensaje del primer ángel, contrarresta esta actitud e invita a adorar únicamente al creador.

Conclusión
  1. Después de haber realizado este estudio, se comprobó que sí existen alusiones al sábado en Apocalipsis 12 al 14. Estas se encuentran en Apocalipsis 12:17; 13:11-18 y 14:7, 12.
  2. Para interpretar correctamente estos textos, teniendo en cuenta su contexto, se requiere ir al AT; esto ayudará en gran manera para entender lo que Juan quiso decir.
  3. En Apocalipsis 12:17 y 14:12, el sábado está inmerso en “los mandamientos de Dios” que guarda el remanente. Estos mandamientos, por el uso en el AT y NT y el santuario (como marco de referencia), son los diez de Éxodo 20, incluyendo el sábado. Esto permite concluir que, en el tiempo del fin, el remanente será un grupo guardador y protector del día de reposo.
  4. Apocalipsis 13:11-18 registra que las bestias están en contra de los cuatro primeros mandamientos. Esto se corrobora por las acciones (naturales y sobrenaturales), las “palabras arrogantes” y la marca de la bestia como señal en un contexto de adoración (que implica guardar los mandamientos).
  5. Las bestias de Apocalipsis 13 batallan principalmente contra el sábado. Mientras que en este día Dios es adorado como creador, estas bestias “hacen señales” para ser adoradas. Por un lado, Dios ordenó no hacer obra alguna en su día y dedicarlo únicamente a él; por otro lado, las bestias espantosas impiden “comprar y vender” a “todos, pequeños y grandes”, con el fin de adorar a la bestia del mar. Todas estas acciones indican que las bestias batallarán contra el cuarto mandamiento con el objetivo de que los moradores de la tierra no adoren a Dios en su día. Esto implica, por supuesto, que al imponer una falsa adoración, estas impondrán un falso día de reposo:51 el domingo.
  6. Juan, en el capítulo 14, versículo 7, alude a Éxodo 20:11 y relaciona estrechamente los términos adoración y creador, a la luz del cuarto mandamiento. Esto implica que todo ser humano que desee adorar a Dios en el tiempo del fin, debe hacerlo en el día que el Creador instituyó: el sábado.
  7. Las palabras adoración, creador, sábado (cuarto mandamiento) y mandamientos, en el contexto de Apocalipsis 12 al 14, en especial en los Mensajes de los tres ángeles, no se los puede entender por separado. En la crisis final, guardar los mandamientos y reposar el día sábado serán las acciones que distinguirán a los verdaderos adoradores de los falsos, y las que decidirán quiénes recibirán el sello de Dios y quiénes recibirán la marca de la bestia.
  8. No hay duda que el sábado y los mandamientos, según las Escrituras, serán una señal y cumplirán un papel preponderante en la crisis final. Por lo tanto, tengamos más fe en Dios y en su Palabra, dependiendo de él y dejando que el Espíritu Santo obre en nosotros para guardar la ley de Dios, con el único propósito de estar preparados para enfrentar la crisis que se avecina.

Fuente: «Alusiones al sábado en Apocalipsis 12 al 14», Berit Olam 7, no. 1 (2010): 185-200.


Referencias:

1Este artículo se expuso en el VII Simposio bíblico- teológico “Historia y Teología del sábado”, organizado por la Sociedad de Investigación Teológica (SUHIT) de la Universidad Peruana Unión, Lima, Perú, 30 de mayo, 2010.

2Entre ellos está Dale Ratzlaff, quien rechaza al sábado como sello de Dios y como prueba de lealtad para el tiempo de la crisis final (The Sabbath in Crisis [Applegate, CA: Life Assurance Ministries, 1990], 304-5). En el siglo anterior, D. M. Canright criticó a la Iglesia Adventista por creer que el sábado tendrá relevancia en la crisis venidera. Para él, “la marca de la bestia, su imagen, el sello de Dios, el mensaje del tercer ángel, y toda su obra especial relacionado con el sábado” y la persecución final por causa del sábado, son especulaciones “colocada [s] entre las más alocadas” (Seventh-day Adventism Renounced [Nashville, TN: Gospel Advocate Company, 1914], 89).

3Ver, Seventh Day Adventist Answer Questions on Doctrine (Silver Spring, MD: Review and Herald, 1967); Gordon M. Hyde, ed., A Symposium on Biblical Hermeneutics (Washington, DC: The Review and Herald, 1974); George Reid, Entender las sagradas escrituras: un enfoque adventista (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2006); Roul Dederen, ed., Teología: fundamentos bíblicos de nuestra fe (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2007); Creencias de los adventistas del séptimo día, trads. Miguel Valdivia y Armando Collins (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007).

4En adelante AT. Del Nuevo Testamento será NT.

5Los textos serán citados de La Biblia de las Américas (La Habra, CA: The Lockman Foundation, 1997).

6Entre ellos está Aune, quien ha estructurado Apocalipsis en base a la recapitulación (Revelation 1-5, en Word Biblical Commentary [Waco, TX: Thomas Nelson, 1997], 52a:xci-xcii). Kenneth Strand también ha propuesto una estructura quiástica (“The Eight Basic Visions in the Book of Revelation”, Andrews University Seminary Studies 25, no. 1 [1987]: 107-21. En adelante AUSS). De igual manera está Richard Davidson, quien estructuró Apocalipsis en base a las escenas introductorias del santuario (“Sanctuary Typology”, en Symposium on Revelation – Book 2; ed. Frank B. Holbrook [Silver Spring, MD: Review and Herald Publishing Association, 1992], 7:112-5. En adelante SR).

7Por ejemplo, William Shea, “The Parallel Literary Structure of Revelation 12 and 20”, AUSS 23, no. 1 (1985): 37-54; Mervyn Maxwell, Apocalipsis: Sus revelaciones revelaciones (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1991), 54-62.

8Kenneth Strand, Interpreting the Book Revelation: Hermeneutical Guidlines, with Brief Introduction to Literary Analysis (Florida: Ann Arbor Publishers, 1979).

9Esto no quiere decir que en los once primeros capítulos no registran eventos escatológicos. Textos como Apocalipsis 1:7, que describe la segunda venida de Cristo; el capítulo 7, el cual es el paréntesis entre el 6to y 7mo sello (la parusía) y trata acerca del sellamiento de los 144 000; revelan que en estos capítulos hay eventos escatológicos; no obstante, lo que más predomina es el factor histórico (profecías ya cumplidas a lo largo de la era cristiana).

10Es importante entender los capítulos 12-14 en base a su contexto “histórico” y “escatológico” para interpretarlos correctamente. Para un mayor estudio, ver Edwin Reynolds, “Ten Keys for Interpreting the Book of Revelation”, Journal of the Adventist Theological Society 11, no. 1-2 (2000): 265. En adelante JATS. Carlos Olivares, “Un análisis en la determinación de una estructura para el Apocalipsis: implicaciones”, Theologika 22, no. 2 (2007): 258. En adelante Theo.

11Esta unidad, en lo “histórico y escatológico”, se refleja en los tres capítulos. En el cap. 12, los versículos 1-16 son eventos históricos y el versículo 17 es escatológico. En el cap. 13, del v. 1 al 7 son históricos y los versículos 8-18 son escatológicos. En el caso del capítulo 14, todos son acontecimientos finales.

12William Shea, “The Controversy over the Commandments in the Central Chiasm of Revelation”, JATS 11, no. 1-2 (2000): 216. Con el fin de dar un mejor desarrollo, Shea usa Apocalipsis 11:19 y 15:5-8.

13Para un mayor estudio sobre el Mensaje de los tres ángeles, ver, Oscar S. Mendoza, “El mensaje del remanente en el tiempo del fin: el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12– Partes I y II”, Estrategias 6, no. 2 (2009): 77-86 y Estrategias 7, no. 1 (2010): 59-78.↩

14Se han escogido estos textos por dos razones: (1) referencian escenas del santuario celestial y del arca del pacto en un contexto de adoración y juicio y (2) sirven como introducción (11:19) y conclusión (15:5-8) de los capítulos 12 al 14. Estos textos son de gran ayuda para tener una mejor comprensión de estos capítulos, especialmente en el significado de la palabra mandamientos registrado en 12:17 y 14:12.↩

15Shea, “The Controversy over the Commandments”, 217.↩

16Ibíd.; ver también, Ranko Stefanovic, “Finding Meaning in the Literary Patterns of Revelation”, JATS 13, no. 1 (2002): 28.↩

17Cuando se menciona que Juan alude al AT para escribir Apocalipsis, no quiere decir que el autor copió exactamente lo registrado. Él tan solo “alude con una palabra aquí, una frase allá, un nombre en algún lado” (Jon Paulien, “Revisiting the Sabbath in the Book of Revelation”, JATS 9, no. 1-2 [1998]: 180).↩

18Gran número de eruditos han llegado a esta conclusión, entre ellos Gregory Beale, The Use of Daniel in Jewish Apocalyptic Literature and in the Revelation of John (U.P. of America: Lanham, 1984); Ibid., “The Influence of Daniel upon the Structure and Theology of John’s Apocalypse”, Journal of the Evangelical Theological Society 27, no. 4 (December 1984): 413-23; Jon Paulien, “Dreading the Whirlwind Interxtuality and the Use of the Old Testament in Revelation”, AUSS 39, no. 1 (2001): 5-22; Ibid. “Interpreting Revelation´s Symbolism”, SR– Book 1, 6:83-92; Steve Moyise, “Does the Author of Revelation Misappropriate the Scriptures?”, AUSS 40, no. 1 (2002): 3-21; Ibid, “The Language of the Old Testament in the Apocalypse”, Journal for the Study of the New Testament 76 (1999): 97-113; Reynolds, “Ten Keys for Interpreting the Book of Revelation”, 266-7.↩

19Serpiente//dragón, enemistad//guerra, mujer//mujer, simiente//descendencia.↩

20Varios han llegado a esta conclusión, como por ejemplo, Gregory Beale, “The Danielic Background for Revelation 13:18 and 17:9”, Tyndale Bulletin 31 (1980): 165; Norman Gulley, “The Good News about Last Day Events”, JATS 9, no. 1-2 (1998): 35-7; Marvin Moore, ¿Podría ocurrir?: Apocalipsis 13 a la luz de la historia y los sucesos actuales; trads. Ricardo Bentancur, Miguel Valdivia y Edwin López (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), 33.↩

21Daniel K. K. Wong, respecto a la bestia del mar, se pregunta y se responde “¿Quién es, entonces, este hombre, y sobre qué imperio reina? Él es el ‘cuerno pequeño’ (el Anticristo) de Daniel 7, como indicado por muchas líneas de correspondencia entre las dos figuras”. Daniel K. K. Wong, “The Beast from the Sea in Revelation 13”, Bibliotheca Sacra 160 (July-September 2003): 338-9. Moore, 33, llega a la misma conclusión: “Las similitudes entre el cuerno pequeño de Daniel 7 y la bestia del mar de Apocalipsis 13 muestran increíblemente que ambos simbolizan la misma entidad terrenal”.↩

22Al respecto, Jacques Doukhan declara: “Por lo tanto, parece que el texto de Daniel 7 está más en la mente del autor que cualquier otro texto de Apocalipsis 14” (Daniel: The Vision of the End [Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 1987], 133); ver también, Ibid., Secretos de Apocalipsis: el Apocalipsis visto a través de los ojos hebreos, trad. Claudia Blath (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2008), 134.↩

23Al ver las características del remanente en 12:17, los santos en 13:10 y los santos perseverantes en 14:12, se nota que estas son las mismas; por tanto, el remanente y los santos perseverantes, por el contexto escatológico en el que aparecen, son el mismo grupo de personas. Asimismo, como los santos perseverantes (14:12) están en el contexto de los Mensajes de los tres ángeles y son vistos como victoriosos a través del símbolo de “los 144.000 en el Monte Sion” (14:1), entonces, “es aceptable creer que este mismo remanente (12:17) predica el MTA [Mensajes de los tres ángeles], porque aparecen en el mismo contexto” (Mendoza, “El mensaje del remanente–Parte I”, 79). Para un mayor estudio sobre los 144 000 en el contexto de Apocalipsis 7 y 14, ver, Oscar S. Mendoza, “Los 144.000 y la gran multitud en el contexto de Apocalipsis 7 y 14”, Theo 26, no. 1 (2011): 48-82.↩

24Este término también se traduce como “indicación”, “orden”, “decreto”, “ley”, “precepto” (W. E. Vine, “mandamiento”, Vine: diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo [Nashville: Caribe, 2000], 301).↩

25A pesar que el énfasis de Pablo en Romanos 13:9-10 se dirige a los mandamientos que estaban en la segunda tabla de la ley (del 6to al 10mo). Esto no descarta el hecho de que él tenía en mente Éxodo 20. Al escribir “no cometerás adulterio, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio […]” (Ro 13:9), así lo indican.↩

26En el caso del AT, entolé no es exclusivamente los diez mandamientos, sino todas las leyes dadas al pueblo de Israel. No obstante, estas leyes tenían como base los mandamientos de Éxodo 20. Para el judaísmo, las dos tablas de la ley eran de suma importancia, a tal punto de que éstas, por orden divina, fueron guardadas en el arca del pacto del santuario terrenal.↩

27Esta afirmación es más explícita en el NT que en el AT.↩

28Shea, “The Controversy over the Commandments”, 218.↩

29Enrique Treiyer estructuró quiásticamente Apocalipsis 13:11-15 llegando a la conclusión de que el centro de los versículos 11 al 15 es la “seducción” y el “engaño” hacia los moradores de la tierra (v. 13) de parte de la bestia que sube de la tierra (“Fuego del cielo y la marca de la bestia: un estudio exegético de Ap 13:11-18”, Theo 19, no. 1 [2004]: 83).↩

30Para una mayor comprensión de la adoración en Apocalipsis y en la escatología bíblica, ver C. Raymond Holmes, “Worship in the Book of Revelation”, JATS 8, no. 1-2 (1997): 1-18; Edwin Reynolds, “The True and the False in the Ecclesiology of Revelation”, JATS, 17, no. 2 (2006): 18–35; Daniel Oscar Plenc, “O significado Protológico e Escatológico da Adoração”, en O Futuro: A visao adventista dos últimos acontecimentos, artigos teológicos apresentados no V Simposio Bíblico-Teológico Sul-Americano, Alberto Timm, et al (Sao Paulo: Casa Publicadora Brasileira, 2004), 167-76.↩

31La marca de la bestia, en Apocalipsis, siempre va acompañada de la adoración a la imagen de la bestia, y su contexto está en un contexto escatológico de adoración mundial. Esto permite concluir que la marca guarda relación con la adoración.↩

32Para un estudio más detallado acerca de la marca de la bestia, ver Carlos Oliva- res, “Elementos para descifrar el 666: una propuesta”, DavarLogos 8, no. 1 (2009): 31-58. En adelante DL.↩

33Treiyer, 95, al realizar un estudio filológico, da estos sinónimos.↩

34Éste término literalmente significa lo que es pinchado o marca. Esta marca, que iba en el cuerpo de un esclavo, soldado, devoto religioso, etc., indicaba propiedad sobre el cuerpo de estas personas, e implicaba servicio e identidad para con el amo. Ver Barbara Friberg, Timothy Friberg y Neva F. Miller, “stigma”, Analytical Lexicon of the Greek New Testament: Baker´s Greek New Testament Library (Grand Rapids, MI: Baker Books, 2000), 320.↩

35En el NT es usado como una “representación exacta”, “reproducción precisa”, “impresión” (ver, Heb 1:3). Ibid., “jarakter”, 230.↩

36O. Betz, “stigma”, en Theological Dictionary of the New Testament; ed. G. Kittel, et al. (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1978), 7:658-9.↩

37Treiyer, 95-8.↩

38Anthony MacPherson, “The Mark of the Beast as a ‘Sign Commandment’ and ‘Anti-Sabbath’ in the Worship Crisis of Revelation 12-14”, AUSS 43, no. 2 (2005): 277.↩

39Se ha visto anteriormente que adoración guarda relación con el cumplimiento de la ley. Que cuando alguien desea adorar a Dios con su vida, lo hace guardando sus mandamientos. Por tanto, si adoración tiene que ver con obediencia a los diez mandamientos, y la marca de la bestia está en un contexto de adoración, la marca de la bestia está en oposición a los mandamientos divinos.↩

40Carmelo Martínez, “Doctrina y teología del remanente – Parte II”, DL 6, no. 2 (2007): 119.↩

41MacPherson, 277, realizó un interesante paralelismo entre los cuatro primeros mandamientos de la ley de Dios y las acciones de las bestias de Apocalipsis 13, y concluye que las bestias están en contra de los cuatro primeros mandamientos. Jon Paulien, concordando con MacPherson, declara: “[…] Pero el problema aquí no es sólo algunos mandamientos de Dios. El problema central está dirigido sobre la ‘adoración’ (Ap 13:4, 8, 12, 15; 14:7, 9, 11). La adoración en particular, dirige su atención hacia la primera tabla de los mandamientos (los primeros cuatro), los que tienen que ver con nuestra relación con Dios” (“Revisiting the Sabbath in the Book of Revelation”, 184).↩

42Los diez mandamientos tienen dos dimensiones: (1) la vertical (primero al cuarto): “Dios – hombre (varón y mujer)” y (2) la horizontal (quinto al décimo): “hombre – hombre”. En las Escrituras, algunos han dado un mayor énfasis a cada una de estas dimensiones, como por ejemplo el Señor Jesucristo. Él enfatizó, cuando conversó con el joven rico (Mt 19:16-26), los mandamientos que estaban en la segunda tabla (quinto al décimo) y no los que estaban en la primera (primero al cuarto). En este caso, el énfasis de Cristo fue la dimensión horizontal y no la vertical. En Romanos 13:9-10, Pablo también se dedica a la “dimensión horizontal” y no a la vertical. Quizá la razón de este énfasis es que en aquella época no se discutía ni la adoración al único Dios ni el día de reposo (Nota: Este énfasis, en las respectivas tablas de la ley, no abolía ni desvalorizaba ni una ni la otra, puesto que “cualquiera que guarda toda la ley, pero tropieza en un punto, se ha hecho culpable de todos” [Stg 2:10; énfasis del autor]. Tan solo se dedicaba a una de ellas de acuerdo al contexto y la necesidad de exhortación). En Apocalipsis 12 al 14 cambia el panorama. El énfasis en estos capítulos no son los mandamientos de la segunda tabla sino los de la primera (aunque hay teólogos [entre ellos Aune, 709] quienes creen que los mandamientos son tan sólo los seis de la segunda tabla). Según se registra, Satanás y sus instrumentos tratarán de abolir los cuatro primeros mandamientos; especialmente el cuarto.↩

43Actos como la creación y sustentación de “los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay” y la realización de actos milagrosos en favor de sus hijos aquí en la tierra. Por sobre todo, el haber enviado a su Hijo para la salvación del ser humano. Todas estas acciones conmemoran a Dios tanto como un ser trascendente e inmanente, digno de ser adorado.↩

44En esta parte no se detallará la relación que existe entre adoración, Creador y marca de la bestia, puesto que se estudió en la sección anterior. Aquí tan sólo se estudiará brevemente el paralelismo entre Éxodo 20:11 y Apocalipsis 14:7.

45Ranko Stefanovic, Revelation of Jesus Christ Revelation of Jesus Christ: Commentary on the Book of Revelation (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 2002), 416.↩

46J. Massyngberde Ford, Revelation, en The Anchor Bible Commentary, eds. Howard Marshall y Donald A. Hagner (Garden City, NY: Doubleday, 1975), 38:248.↩

47William Shea, “Literary and Theological Parallels between Revelation 14-15 and Exodus 19-24”, JATS 12, no. 2 (2001): 178.↩

48Recuérdese que Juan usó el AT para escribir Apocalipsis. Precisamente Éxodo 20:11 es otro ejemplo.↩

49Kenneth Strand, “La doctrina del sábado”, TFDNF, 5:139.↩

50Ekkehardt Mueller, “The End Time Remnant in Revelation”, JATS 11, no. 1-2 (2000): 194. La cursiva es para énfasis.↩

51En la crisis venidera, el plan de Satanás básicamente será doble: (1) él incitará a los seres humanos para que adoren al dragón, a la bestia que sube del mar y a la bestia que sube de la tierra, y no a Dios (para ello, fomentará una falsa adoración) y (2) abolirá o reemplazará el día de reposo.↩