Culto personal (primer hábito)

El culto personal es un momento sagrado en el que el creyente rinde homenaje a Dios y entabla un diálogo íntimo con Él, tanto por la mañana como por la tarde. Durante este diálogo, la persona se comunica con el Señor a través de la oración y la alabanza, mientras que Dios le habla a través de las Escrituras.

Esta práctica tiene un sólido fundamento bíblico y encuentra su ejemplo supremo en la vida de Cristo. En Marcos 1:35, leemos: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”. Asimismo, el Salmo 5:3 nos dice: “Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré”. Y en el Salmo 59:16 se afirma: “Pero yo cantaré de tu poder; sí, gozoso cantaré por la mañana tu misericordia…”. Estos pasajes revelan que el creyente está llamado a presentarse ante la presencia de Jehová y dialogar con Él a diario.

En cuanto al horario para el culto personal, se recomienda realizar dos cultos al día: uno por la mañana (al amanecer) y otro por la tarde (al anochecer). El culto vespertino puede llevarse a cabo a las 6:00 pm o antes de ir a dormir, mientras que el matutino dependerá del horario de descanso de cada persona.

Si una persona suele dormir hasta altas horas de la madrugada, no es aconsejable que interrumpa su sueño para realizar el culto. En cambio, sería más apropiado despertarse a una hora razonable, como las 7:00 am, y luego dedicarse al culto. Por otro lado, si alguien acostumbra a dormir temprano, podría levantarse entre las 4:30 y las 5:00 am para encontrarse con Dios en oración. Lo importante es que, al despertar, lo primero que se haga sea presentarse ante el Señor.

En cuanto al contenido del culto personal, se sugiere dedicar aproximadamente 50 minutos por la mañana y 30 minutos por la tarde. Durante el culto matutino, se puede incluir el estudio de la Biblia (siguiendo un plan de lectura como “Reavivados por su Palabra”), la Lección de Escuela Sabática y la lectura de la Matutina correspondiente a la edad del creyente. Para el culto vespertino, se puede leer un libro de Elena G. de White (una o dos páginas).

Las partes principales del culto matutino y vespertino son las siguientes:

Culto matutino Culto vespertino
10’Alabanza 10’Alabanza
10’Oración personal y de rodillas 10’Oración personal y de rodillas
10’Estudio de la Biblia 10’Estudio de Elena G. de White
8’Estudio de la Lección de ES. 1’Oración final
7’Estudio de la Matutina 
2’Oración final 

No debemos perder de vista que una comunicación efectiva es fundamental para fortalecer los lazos interpersonales. En cuanto a nuestra relación con Dios, el culto personal representa la mejor oportunidad para nuestro crecimiento espiritual en Cristo. En el nombre del Señor, te exhorto a cultivar el hábito de buscar Su presencia cada mañana y cada tarde. Experimentarás una notable mejora en todos los aspectos de tu vida.