Cumplimiento de las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento

Al leer Génesis 3:15; Isaías 9:6; 53; Miqueas 5:2; Daniel 9:24-27, se puede llegar a las siguientes conclusiones:

(1) el Mesías iba a venir de la simiente de Judá (el pueblo de Dios en ese tiempo), (2) Él sería el mismo Dios hecho hombre (encarnado), (3) vendría para salvar al ser humano del pecado, (4) nacería en Belén, (5) iba a crecer, desde la niñez hasta la adultez, y (6) el ministerio mesiánico terrenal iniciaría alrededor del año 27 DC (culminando, en el año 31, con su muerte y resurrección). La pregunta es: ¿en quién se cumple, a cabalidad, las profecías del Antiguo Testamento? No existe otra alternativa: Jesucristo. Para ello, el Nuevo Testamento revela categóricamente dicho cumplimiento en Él:

  1. Jesucristo fue judío, simiente del pueblo de Dios (la mujer, según Gn 3:15). Según las genealogías de Mateo 1:1-17, Cristo fue descendiente de David, y David de Israel (vv. 1, 16).
  2. El Señor Jesús es eterno. Por tanto, Él existía desde antes de todo. El apóstol Juan lo llamó el “Verbo”, o la “Palabra”, como en varias versiones. Según el profeta, Jesús se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn 1:1, 14). No solo eso, los profetas neotestamentarios, como Pablo, señalaron que Jesús es Dios y es eterno, una de las personas de la Trinidad. Por ejemplo, ver, Romanos 9:5; Colosenses 1:15-17; Filipenses 2:5-7; Hebreos 1:8; Mateo 28:19; etc.
  3. Cristo vino para morir por la raza humana, con el objetivo de salvarlos del pecado (siempre y cuando crean). Él murió en el año 31, y reveló su propósito: la redención. Ver, Romanos 8:36-39.
  4. El Nuevo Testamento revela que Cristo nació en Belén. Mateo 2:1 informa: “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes […]”. Más adelante, el v. 5 dice: “Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta […]”. Ver también, Mateo 2:6; Lucas 2:15; Juan 7:42.
  5. La Biblia registra que Jesús nació del vientre de María, creció como niño y llegó a la adultez. Lucas 1:31 indica: “Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS”. El capítulo 2, versículo 40, registra: “Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él”.
  6. Jesucristo vivió alrededor de los años 27 y 31, cumpliendo la profecía de las 70 semanas. Según Lucas 3:1, el ministerio de Cristo se realizó cuando Poncio Pilato era gobernador de Judea, y el emperador era Tiberio César. Al respecto, Schurer 1:358, registra lo siguiente: “En tiempo de Augusto y de Tiberio el título habitual de gobernador de Judea era el de praefectus («prefecto»; en griego: eparchos). Por una inscripción descubierta en el teatro de Cesarea en 1961 se sabe, en efecto, que Poncio Pilato (26-36) era praefectus Judaeae”.