¡No al bullying!

Autoras: Kiara Paredes y Mía Gonzales*

Entre los mayores problemas a los que se tienen que enfrentar muchas personas en la actualidad, en definitiva, el bullying está incluido. Si bien hemos estado dos años encerrados en nuestros hogares a causa de la pandemia, esto no fue impedimento para que los casos de bullying sigan aumentando. Y es que, al menos hasta el 02 de mayo de 2021, en el Perú se reportaron 341 casos de ciberacoso escolar a través de la plataforma virtual del Sistema Especializado en la Atención de Casos de Violencia Escolar (SíseVe), según informó el Ministerio de Educación (Minedu).[1]

Por otro lado, ahora que la mayoría de las instituciones educativas regresaron a la presencialidad, solo hasta fines de abril de este año se han reportado más de 874 casos de violencia física, psicológica y sexual contra estudiantes de colegios públicos y privados, según el SíseVe del Minedu.[2]

Respecto a las cifras de entre los años 2013 y 2022, nuevamente, de acuerdo con la plataforma del SíseVe del Minedu, se han registrado un total de 7.755 reportes de violencia escolar por parte del personal educativo y del alumnado. De los cuales, 7.144 corresponden a denuncias de bullying, mientras que 611 de ciberbullying.[3]

Uno de los casos más sonados que se registraron en nuestro país, es el que sucedió en Comas el 12 de abril de 2014. Y es que un estudiante de 13 años falleció luego de haber sido golpeado por sus compañeros de clase en el colegio Suecia. Según la madre, el niño le contó que sus amigos lo golpearon en la mano y lo tiraron al suelo. La necropsia indicó que el menor falleció por un edema cerebral y pulmonar, y otras hemorragias a causa de los golpes.[4]

Sabiendo todo esto, el objetivo de este ensayo es conocer más sobre el bullying; por qué muchos estudiantes maltratan; qué dice la Biblia sobre la violencia, en este caso aplicado a las instituciones educativas; y también, qué hacer para ayudar a aquellos que estén pasando por esta situación.

Aspectos básicos

El término bullying es de origen inglés, formado a partir del sustantivo “bully”, que quiere decir “matón” o “intimidante”; más la terminación “ing”, que indica la acción “intimidar”. El objetivo de este acto es amedrentar y dañar, de manera que el acosador obtiene una superioridad sobre su víctima, sin distinción alguna.[5]

El acoso no necesariamente se presenta de una sola manera, sino que puede hacerlo de muchas formas, que incluye las siguientes: acoso físico, implica dañar intencionadamente el cuerpo o las pertenencias de una persona; acoso verbal, incluye decir intencionadamente cosas hirientes; acoso no verbal: abarca herir intencionadamente a una persona de forma indirecta mediante gestos y/o acciones amenazantes; acoso social, implica dañar intencionadamente la reputación o las relaciones de una persona mediante rumores y/o exclusión social; y el acoso por escrito y cibernético, incluye herir intencionadamente a una persona con una comunicación realizada por escrito o mediante el uso de un dispositivo o medio de comunicación.[6]

En el ámbito escolar, el bullying es aquel comportamiento de persecución u hostigamiento que tiene un alumno hacia otro.[7] Las posibles causas son muchas. A veces, puede ser una expresión de ira o frustración debido a los problemas que tengan, ya sea en el hogar o por dificultades en la escuela. También, puede ser el resultado de una mala educación, influencias de películas o juegos violentos, un comportamiento debido a la falta de atención en casa, etc. Y, de hecho, la mayoría de los agresores fueron, alguna vez, también una víctima. “A menudo, el acosador es una persona tan vulnerable como su víctima y necesita el mismo apoyo y ayuda”[8] (traducción personal).

Aunque, algunas veces, la rebeldía y actitudes intimidantes en los adolescentes pueden resultar algo común y hasta normal para los adultos, las consecuencias que traen son severas, ya sea en el momento o a largo plazo; entre ellas están: la depresión, la ansiedad, la baja autoestima, un bajo rendimiento académico, conductas autolesivas, lesiones de ataques físicos, traumas continuos, trastornos de sueño, dolencias corporales y, en el peor de los casos, el suicidio.[9]

¿Qué menciona la Biblia sobre la violencia?

Si bien la Biblia no habla directamente sobre casos de agresión a jóvenes en instituciones educativas, es decir, sobre el bullying; lo que sí dice es sobre el claro rechazo de Dios a la violencia en todas sus formas; sea escolar, doméstica o laboral; o también sea de manera física o verbal.[10]

La violencia tiene su origen en el peor enemigo de Dios y de la humanidad, Satanás. El Señor mismo lo llamó asesino (Juan 8:44). Esto explicaría por qué a tantas personas les agrada ejercer violencia hacia otros, de la misma manera que a causa del enemigo es que la tierra se haya corrompido y esté llena de esta misma (Gén. 6:11-13).

El Señor está en contra tanto de la agresión física como de la verbal, considerando el insulto un asesinato y un delito, siendo una transgresión del sexto mandamiento (Éxodo 20:13). Por lo que, al igual que con cualquier pecado, aquel que diga algún apodo o insulto hacia el otro será castigado.[11]

La Biblia también habla de que, aquellos que cometen actos de agresión hacia otros, pueden cambiar (Col. 3:8-10). Sin embargo, también es importante mantener distancia de estos mismos, ya que solo ocasionarían una mala influencia en aquellos con los que se relacionen (Prov. 22:24, 25). Por otro lado, debido a que Dios aborrece la injusticia, Él no recomienda seguir estos malos caminos, para que de esta forma se pueda recibir su bendición (Prov. 3:31-32).

Se debe ver a la violencia como lo que es, una debilidad, y que los que la ejercen es porque no poseen control, mientras que aquel que es capaz de tener dominio propio es porque posee una ayuda divina: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; (…).” (Prov. 16:32). Por lo que, si se actúa de forma justa, se recibirá bendición (Prov. 10:6).

La Biblia también hace mención sobre cómo aquellos que cometen actos de violencia serán castigados, al ser este un pecado (Sal. 73:8-10). “Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta” (Sal. 73:27).

Por otro lado, Dios aconseja a aquellos que están siendo agredidos a no guardar rencor hacia su agresor, ni mucho menos tratar de buscar venganza; todo lo contrario, deben buscar y hacer el bien a todos, ya que de la venganza se encargará el Señor (Rom. 12:17-21).

Como se ve, la postura de Dios respecto a la violencia es sobre no condescender a esta en ninguna de sus formas (Mat. 18:6). Y, de esta manera, insiste en que se debe ayudar a aquellos que estén pasando por cualquier situación de agresión (Jer. 22:3). “Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece” (Sal. 11:5).

¿Qué hacer para ayudar a aquellos que están sufriendo de bullying?

Se puede llevar a cabo lo que la Biblia dice y enseña de diferentes maneras, incluso por más pequeña que pueda parecer la acción, ya que a veces esos “granitos de arena” que se aportan pueden ocasionar grandes cambios.

Primero que todo, es necesario escuchar a aquel estudiante y hacerle saber que se está disponible para hablar e, incluso, ayudar. Y, si es que tiene dificultades para hablar del tema, también se le puede hacer saber que hay muchas otras personas, sobre todo adultas, con las que puede hablar; como, por ejemplo, un profesor, el psicólogo escolar, un familiar o un amigo cercano.[12]

El simple hecho de acercarse y mostrarle apoyo a aquella persona puede hacer una gran diferencia, por más que no lo creamos, ya que de esta forma ellos recordarán que tienen a alguien a su lado y que no están solos.[13]

Lo que también se puede hacer para ayudar, es enfrentar al acosador, si es que se tiene la seguridad necesaria para hacerlo; solo que de una manera calmada, firme y pacífica; no de forma sarcástica, dramática, emocional, ni mucho menos violenta. Tampoco se debe dejar que el enfrentamiento se convierta en una discusión o termine ocasionando planes de venganza; ya que todo esto, en lugar de ayudar, solo acabaría empeorando la situación.[14]

En el caso de que la persona a la que se trata de ayudar no se atreva a hablar con algún adulto acerca de lo que está pasando, es necesario que se haga esto en su lugar. El adulto podrá ayudar a detener la situación al tratar directamente con los que realizan el bullying; o también se recibirán mejores consejos, tanto la persona acosada como uno mismo, sobre cómo poder manejar y solucionar la situación. De esta manera, también se podrá obtener información acerca del protocolo de la institución para manejar el acoso escolar.[15]

Otra cosa que se puede hacer es recomendar a la persona que se desea ayudar, a que ignore y se aleje de su acosador o sus acosadores, puesto que a ellos les agrada obtener reacciones de pavor por parte de sus víctimas; por ende, si se realiza esto, se entenderá que lo que hacen no causa reacción alguna y ya no intentarán atemorizar otra vez. En caso contrario, y busquen hacerlo aún más, lo que se debe hacer es siempre mantener la mirada fija y estar erguido al caminar, así transmitirá la idea de que no es vulnerable.[16]

También puede suceder que la persona acosada haya sido amenazada o, incluso, ya la están agrediendo físicamente; también que por su mente esté rondando la posibilidad de autolesionarse o, incluso, querer quitarse la vida. En ambos casos, es urgente que se dé aviso a algún adulto o a las autoridades pertinentes.[17]

Por último, en el caso de que el estudiante a quien se quiera ayudar esté sufriendo de ciberbullying, es sumamente importante aconsejar en que anote y lleve un registro de todo, especialmente con capturas de pantalla de los mensajes de intimidación. Para que, de esta manera, pueda denunciar el acoso cibernético al proveedor de servicios de redes sociales y a las autoridades de su institución educativa. Además, cuando el ciberbullying incluye amenazas de violencia o contenido sexual, se puede llevar el caso como delito penal.[18]

Conclusión

Desafortunadamente, el acoso escolar es común dentro de las instituciones educativas, y es grave por el hecho de que esto ocasiona muchos daños en las víctimas; algunos de estos son: la baja autoestima, el bajo rendimiento académico, la ansiedad, la depresión y, en el peor de los casos, a causa de todo lo que se mencionó, la víctima se quita la vida.

Mientras que, entre las principales razones para que muchas personas apliquen este comportamiento son: la mala crianza de los padres, enfocando en el hecho de que ellos hayan sido agresivos y, por consecuencia, se reflejan estas acciones en el menor hijo; las malas influencias, ya sea de las amistades o de la tecnología; y que el agresor, anteriormente, haya sido víctima de esta aberración, por lo que, a causa de la frustración y la ira mal liberada, esta persona llegue a tomar la decisión de lastimar a otros con lo mismo que sufrió.

Por otro lado, la Biblia rechaza rotundamente este descarrío en las personas y está en contra de cualquier tipo de violencia. Menciona que esto es un pecado a castigar, pues el Señor aborrece los tratos injustos realizados por sus hijos. Pero, a pesar de todo, con ayuda de Dios, estos agresores pueden cambiar, arrepentirse, pedir perdón y así liberarse de todo pecado. Y, sobre todo, Él aconseja a todos aquellos que reciben un trato inicuo, a no guardar rencor a su agresor, pues, de aquel que no se arrepintiera, el Señor se encargará.

Finalmente, se debe tener en cuenta en hacer siempre lo correcto, y que nunca se tiene que callar ante la presencia de una injusticia, especialmente si la violencia está involucrada.

…………………………………

Referencias:

[1]“Covid-19: reportan 341 casos de ciberacoso escolar durante la pandemia”, Andina.pe, https://andina.pe/agencia/noticia-covid19-reportan-341-casos-ciberacoso-escolar-durante-pandemia-843579.aspx (Consultado: 27 de agosto de 2022).

[2]“Bullying en Perú: casos reportados en el 2022 superan a los del 2020 y 2021”, Infobae.com, https://www.infobae.com/america/peru/2022/05/31/bullying-en-peru-casos-reportados-en-2022-superan-a-los-del-2020-y-2021 (Consultado: 27 de agosto de 2022).

[3]“El bullying sigue en las aulas: con estrategias insuficientes y la desidia ante esta violencia”, LaRepublica.pe, https://data.larepublica.pe/el-bullying-sigue-en-las-aulas-con-estrategias-insuficientes-y-la-desidia-ante-esta-violencia (Consultado: 28 de agosto de 2022).

[4]“Bullying: los casos más sonados en los últimos años”, ElComercio.pe, https://elcomercio.pe/lima/bullying-casos-sonados-ultimos-anos-357308-noticia  (Consultado: 31 de agosto de 2022).

[5]“¿Qué es el Bullying? » Su Definición Y Significado 2021”, ConceptoDefinicion.de, https://conceptodefinicion.de/bullying (Consultado: 31 de septiembre de 2022).

[6]“Preventing Bullying”, MontgomerySchoolsMd.org, https://www.montgomeryschoolsmd.org/info/bullying (Consultado: 07 de agosto de 2022).

[7]“¿Qué es el Bullying? » Su Definición Y Significado 2021”, ConceptoDefinicion.de.

[8]“Bullying | Causes and Prevention”, Patient.info, https://patient.info/childrens-health/bullying-leaflet (Consultado: 10 de septiembre de 2022).

[9]“Consequences of Bullying”, StopBullying.gov, https://www.stopbullying.gov/resources/research-resources/consequences-of-bullying (Consultado: 10 de septiembre de 2022).

[10]Oscar S. Mendoza, “Biblia y bullying”, PrMendoza.com, http://prmendoza.com/biblia-y-bullying (Consultado: 13 de septiembre de 2022).

[11]Ibid.

[12]“What can be Done to Help someone who is Being Bullied?”, Nichd.nih.gov, https://www.nichd.nih.gov/health/topics/bullying/conditioninfo/help (Consultado: 17 de septiembre de 2022).

[13]“How to Help a Friend who is Bullied”, MentalHealthFirstAid.org, https://www.mentalhealthfirstaid.org/2021/10/how-to-help-a-friend-who-is-being-bullied (Consultado: 17 de septiembre de 2022).

[14]Ibid.

[15]Ibid.

[16]“Dealing With Bullying”, KidsHealth.org, https://kidshealth.org/en/teens/bullies.html (Consultado: 25 de septiembre de 2022).

[17]“How to Help a Friend who is Bullied”, MentalHealthFirstAid.org.

[18]Ibid.

*Ensayo elaborado para el curso de Religión, Colegio Adventista “Ucayali” (2022).