El remanente de Apocalipsis 12 al 14 (parte I): aparición y lucha

En esta primera parte, solo trataremos sobre: (1) Los nombres del remanente en Apocalipsis 12 al 14, (2) Cuándo aparece el remanente según Apocalipsis 12 y (3) La lucha del remanente contra Satanás.

1. Los nombres del remanente en Apocalipsis 12 al 14

En Apocalipsis 12 al 14,[1] el pueblo de Dios del tiempo del fin aparece bajo distintos nombres. En 12:17, este surge en el contexto del tiempo del fin con el nombre de “remanente” o “resto de la descendencia”, el cual “guarda los mandamientos de Dios” y “tiene el testimonio de Jesús”. En 13:10, este mismo pueblo, que también aparece en un período escatológico, se llama “santos” y posee dos características: son “perseverantes” y tienen “fe”. En 14:12, este grupo selecto también es visto bajo el mismo nombre en el contexto de los eventos finales (“los santos”), el cual tiene tres cualidades: son “perseverantes”, “guardan los mandamientos de Dios” y guardan la “fe de Jesús”. Al realizar el paralelismo entre 12:17, 13:10 y 14:12, se percibe que el “remanente”, los “santos” y los “santos perseverantes”, por el contexto escatológico y las características que poseen, son el mismo grupo. Al respecto, Ekkehardt Mueller declara: “Ap 12:17; 13:10 y 14:12 están entrelazados y describen las mismas características del remanente apareciendo bajo diferentes nombres”.[2] En relación a 13:10 y 14:12, Gerhard Pfandl también dice: “Ambos capítulos tratan con los eventos del tiempo del fin y describen al pueblo de Dios en su lucha final con los enemigos de Dios”.[3] Jon Paulien, con respecto a los nombres del remanente, también afirma: “El remanente del tiempo del fin en Apocalipsis es, en efecto, llamado por muchos nombres: los 144 000, la gran multitud, los santos, los reyes del este, y los llamados, los escogidos y los seguidores fieles de Jesús, entre otros”.[4]

2. Aparece en el tiempo del fin

En esta sección, el enfoque de interpretación profética a utilizar es el historicismo.[5] Este enfoque (“la historia interpreta la profecía”) es el mismo que se utiliza en Daniel 2, 7, 8, 9, 11-12, en Mateo 24 (cf. Mar 13; Luc 21) y en todo el Apocalipsis. Daniel, el Señor Jesucristo y Juan lo utilizaron porque es el único que respeta el principio de la Sola y Tota Scriptura.

Uno de los principios que se usa en el historicismo es el de “día por año”. Este principio permite interpretar que un “día” (profético), en los registros de Daniel y Apocalipsis, equivalen a un año (de 360 días). Siendo así, en Apocalipsis 12 se presupone que la profecía de tiempo, que registra este capítulo, a saber, los 1.260 días,[6] solo se lo puede entender aplicando este principio. Los 1.260 días serían 1.260 años.[7]

Apocalipsis 12, a excepción de los versículos 7 al 12,[8] narra la historia de la iglesia desde la época de Jesucristo (el primer siglo) hasta el tiempo del fin.[9] Según Antolín Diestre Gill, Apocalipsis 12 es “una descripción de la historia de la iglesia a través del tiempo hasta el final de los tiempos”.[10] Este capítulo se puede estructurar de la siguiente manera:

Si bien es cierto el capítulo 12 está estructurado quiásticamente, este también presenta un orden de sucesos históricos desarrollados cronológicamente. Según Paulien, “El carácter y las acciones tanto de la mujer como del dragón sugieren los períodos sucesivos de un apocalipsis histórico”.[11] En primer lugar, los versículos 1-5 registran los eventos que ocurrieron en el primer siglo de la era cristiana. En segundo lugar, los versículos 6, 13-16 tratan sobre la persecución por 1.260 días (o “tres tiempos y medio” [Apo 12:14; cf. Dan 7:25])[12] realizadas por el dragón.[13] El cumplimiento histórico de esta profecía abarca desde el año 538 hasta 1798 d.C., etapa cuando tuvo lugar el dominio político, económico, social y religioso del poder papal.

Puesto que Apocalipsis 12 es la narración del cristianismo a lo largo de la historia, la ubicación de este período profético(1.260 días) en todo el capítulo es de suma importancia. Aquel período está en medio del capítulo, en medio de la historia del cristianismo. Como comentó Shea, dicho período no se ubica al inicio para no decir que se cumplió en el primer siglo de la eracristiana; tampoco al final, para no creer que se ha de cumplir momentos antes de la segunda venida.[14]

Por tanto, desde el versículo 1 hasta el 16, a excepción de los versículos 7-12, se revela el desarrollo histórico del cristianismo desde el primer siglo hasta el año 1798. En este capítulo se nota la continuidad de eventos cronológicamente,[15]incluyendo el versículo 17 (el cual hace eco a Gén 3:15). Como este último versículo comienza con la conjunción griega kai, y esta enfatiza la continuidad de sucesos del versículo anterior, entonces, el texto revela los acontecimientos que ocurrirán después que hayan terminado los 1260 días.

Un punto importante en Apocalipsis 12 es la revelación de un nuevo personaje: el resto de la descendencia, el remanente.[16] En todo el capítulo nunca aparece el remanente; no obstante, recién, después de los acontecimientos que experimentaron el Descendiente y luego la Mujer (durante 1.260 años), se revela su existencia. Según el texto, este aparecerá históricamente en cualquier año después que hayan terminado los 42 meses. De acuerdo con el registro bíblico, Dios profetizó al apóstol Juan que, antes del segundo advenimiento y después del año 1798 d.C., Cristo iba a levantar a un remanente.

¿Por qué Dios tendría que levantar un remanente después de 1798 y antes de la parusía? Apocalipsis 13 y 14 provee la respuesta. Ambos capítulos revelan que Satanás fomentará una falsa adoración mundial, con el objetivo de que la raza humana no esté preparada para adorar al creador, y así rechazar a Cristo en su retorno. Para ello, el diablo tendrá dos representantes, a parte de los reyes de la tierra, para destruir los planes divinos: la bestia que sube del mar (Apo 13:1-10) y la bestia que sube de la tierra (13:11-18). Por esta razón, para contrarrestar esta actitud malévola, Dios también levantaría a un remanente para restaurar la verdad, fomentar una verdadera adoración teocéntrica y preparar a un pueblo para la segunda venida del Señor Jesucristo. Goldstein sintetiza de la siguiente manera:

¡Con razón el Señor tuvo que levantar una iglesia con la verdad presente! Con doctrinas que abarcan desde “una vez salvo, siempre salvo”, hasta la idea de que Adán era un dios, y desde el rapto anterior a la tribulación hasta el tormento eterno en el infierno, Jesús necesitaba tener un cuerpo religioso que predicara doctrinas puras. De otro modo ¿Cómo podría nadie ser preparado para la segunda venida?[17]

3. Es perseguido por Satanás

El remanente en Apocalipsis 12:17 es perseguido por Satanás (esta persecución se amplía en el capítulo 13). El texto señala que, si bien es cierto el diablo se aíra contra la mujer, este persigue al remanente. El último enemigo del diablo será el pueblo de Dios del tiempo del fin. Por lo menos, existen tres razones por las cuales el dragón se ensaña contra el remanente: a) son descendientes de Jesucristo, b) guardan los mandamientos de Dios y c) tienen el testimonio de Jesucristo.

Para luchar contra el remanente, Satanás tratará de que este se olvide la fe que profesa, lo que implica la fe profesada por Jesucristo. Además, intentará abolir o cambiar la ley e incitará a los reyes de la tierra para desconfiar del testimonio de Jesús y sí confiar en el falso profeta.

Para cumplir sus cometidos, el enemigo tendrá como instrumentos al espiritismo, a la bestia que sube del mar (Apo 13:1-10) y a la bestia que sube de la tierra (13:11-18); esta trinidad satánica forma lo que es Babilonia apocalíptica (Apo 16:13; cf. 17:1-5; 18). Una de las estrategias que utilizarán para adorar a la bestia que sube del mar será imponer una marca (13:17-18), y así fomentar una falsa adoración (13:14-16) y provocar la gran tribulación (Apo 7:17; Dan 12:1). El objetivo principal de todas estas acciones será destruir al remanente.

Es importante indicar que Satanás no solo irá en contra del remanente, también irá en contra de la verdad que posee y predica. Aquella verdad se la denomina verdad presente, que, según el contexto, equivale a los Mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12. Considerando Apocalipsis 12 al 14, especialmente el capítulo 13, los instrumentos del diablo dirigirán una terrible apostasía en el mundo con el único propósito de cambiar y tergiversar la verdad presente. La bestia que sube del mar fomentará doctrinas espurias con el fin de engañar a la humanidad.[18]

Otro aspecto que se puede extraer de Apocalipsis 12:17, es que el remanente del tiempo del fin es militante, más no triunfante. A pesar de que este “guarda los mandamientos” y “tiene el testimonio de Cristo”, continúa en pie de guerra contra el dragón. Por supuesto, el hecho de que sea perseguido no quiere decir que está vencido; al contrario, revela que no se alió con la serpiente. El versículo 17 revela el antagonismo entre Satanás y el remanente, entre la verdad y el error ¿Cuándo será este triunfante? Cuando Cristo vuelva por segunda vez a librarlos de Babilonia (Apo 19:11- 21; cf. Dan 12:1).Esta característica permite reconocer la situación crítica que pasará el remanente. Este será perseguido por causa de Cristo y de su Palabra, a diferencia de la gran mayoría de seres humanos que serán los perseguidores.

Fuente: ”El Remanente en Apocalipsis 12 al 14 y la Iglesia Adventista del Séptimo Día”, Didajé 1, no. 1 (2012): 79-85.


Referencias:

[1]La unidad literaria de Apocalipsis 12 al 14 ha sido reconocida por muchos teólogos, entre ellos, Kenneth A. Strand, “The Eight Basic Visions in the Book of Revelation”, AUSS 25, no. 1 (1987): 107–121; William H. Shea y Ed Christian, “The Chiastic Structure of Revelation 12:1–15:4: The GreatControversy Vision”, AUSS 38, no. 2 (2000): 269–292; Hans LaRondelle, “The End–Time Message in Historical Perspective”, Ministry, December, 1996, 10–13;Norman Gulley, “Terror Global: O Apocalipse 13 à Luz do 11 de Setembro”, O Futuro, 190; Carlos Olivares, “Un análisis en la determinación de una estructura para el Apocalipsis: Implicaciones”, Theo 22, no. 2 (2007); Elizabeth Schüssler Fiorenza, “Composition and Structure of the Apocalypse”, The Catholic Biblical Quarterly 30 (1968): 344–356; Oscar S. Mendoza, “¿Cuáles son los eventos proféticos de la crisis final?”, en El fin está cerca: Una mirada a las profecías bíblicas, ed. Jiří Moskala, et. al. (New York, NY: Greater New York Conference, 2022), 93–96. William Johnsson sugiere que Apocalipsis 12 al 14 es el centrodel libro. A sus costados están los capítulos 1 al 11 como la parte histórica: la historia del cristianismo desde los días de Juan hasta el fin de los 1.260 días/años, y los capítulos 15 al 22 como la parte escatológica: eventos que sucederán en el tiempo del fin (“The Saints’ End–Time Victory over the Forces of Evil”, SR–Book 2, 7:4). La ampliación de 12:17–14:20, usando la recapitulación, está en los capítulos 17–20. Según Hans LaRondelle, “el enfoque apropiado paraentender Apocalipsis 12–14 requiere una interpretación contextual. Esta visión más grande lleva a la conclusión de que Apocalipsis 12–20 constituye la unidad desarrollada caracterizada por una revelación progresiva de la controversia entre el bien y el mal” (“The End–Time Message in Historical Perspective”, 10).

[2]“The 144000 and the Great Multitude”, BRI, http://www.adventistbiblicalresearch.org/documents/144000greatmultitude.htm (consultado: 16 de abril,2008).

[3]“Identifying Marks of the End–Time Remnant in the Book of Revelation”, TTR, 152.

[4]“The Best is yet to Come: A Vision for the Eschatological Remnant” (manuscrito no publicado), 3.

[5]Sobre el historicismo, véase William H. Shea, “Historicism, the Best Way to Interpret Prophecy”, Adventist Affirm 17, no. 1 (2003): 22–34; LaRondelle, “The End–Time Message in Historical Perspective”, 10–13; ibid., “The Historicist Method in Adventist Interpretation”, Spes Christiana 21 (2012):79–89; Jon Paulien, “The End of Historicism? Reflections on the Adventist Approach to Biblical Apocalyptic–Part One”, JATS 14, no. 2 (2003), 15–43; ibid., “The End of Historicism?: Reflections on the Adventist Approach to Biblical Apocalyptic–Part Two”, JATS 17, no. 1 (2006): 180–208; ibid., “La hermenéuticade la apocalíptica bíblica”, ESE, 319–325; LeRoy Froom, The Prophetic Faith of our Fathers (Washington, DC: Review and Herald, 1950), 1:559–876; Alberto Timm, “Escatología Adventista do Séptimo Dia, 1844–2004”, OF, 265–302; Reimar Vetne, “A Definition and Short History of Historicism as a Method forInterpreting Daniel and Revelation”, JATS 14, no. 2 (2003): 9–14; Richard A. Sabuin, “Historicism: The Adventist Approach? A Response to the Challenges toHistoricism”, Journal of Asia Adventist Seminary 11, no. 2 (2008): 159–174.

[6]Sobre las profecías de tiempo que registran Daniel y Apocalipsis, véase William Shea, “Time Prophecies of Daniel 12 and Revelation 12–13”, SR–Book 1, 6:350; Alberto Timm, “Miniature Symbolization and the Year–Day Principle of Prophetic Interpretation”, AUSS 42, no. 1 (2004): 149–167; ibid., “The1,290 and 1,335 Days of Daniel 12”, BRI, http://www.adventistbiblicalresearch. org/documents/daniel12.htm (consultado: 29 de julio, 2012); Gerhard Pfand,“The Time Prophecies in Dan 12”, BRI, http://www.adventistbiblicalresearch.org/documents/The%20Time%20Prophecies%20in%20Dan%2012.pdf(consultado: 29 de julio, 2012); Marc A. Swearingen, “The 1260, 1290, and 1335 Days: A Response to Futurist Interpretations of Dan. 12”, Journal of Interdisciplinary Graduate Research 1, no. 1 (2021): 3–21.

[7]Para un mayor estudio sobre los 1260 días de Apocalipsis, véase Jon Paulien, “Hacia una interpretación de los 1260 días de Apocalipsis”, Theo 33, no. 1 (2018): 136-170; ibid., “The 1260 Days in the Book of Revelation”, BRI, http://biblicalresearch.gc.adventist.org/documents/1260%20Days%20in%20Revelation.pdf (consultado: 18 de enero, 2009), 1–5.

[8]De manera sintetizada, estos textos registran el conflicto cósmico entre Cristo y Satanás, y la obra redentora e histórica de Dios. Sobre estos versículosen su contexto, LaRondelle comenta: “Este capítulo presenta como su visión primordial la aclamación celestial de victoria sobre Satanás, combinada con la celebración de la toma de posesión de Cristo como rey legítimo del cielo y de la tierra (vv. 7–12)” (Las profecías del fin, trad. David Gullón [Buenos Aires:Asociación Casa Editora Sudamericana, 1999], 272).

[9]Para un mayor estudio sobre el tiempo del fin, véase Gerhard Pfandl, “The Latter Days and the Time of the End in the Book of Daniel” (Tesis doctoral,Andrews University, 1990), 191–291; 303–346; 366–431; ibid., “Daniel’s ‘Time of the End’”, JATS 7, no. 1 (1996): 141–158. En este artículo, el “tiempo del fin” serefiere a los eventos que suceden después del año 1798 d.C., tal como se le fue revelado al profeta Daniel.

[10]Antolín Diestre Gill, El sentido de la historia y la palabra profética (Terrassa: Clie, 1995), 2:460.

[11]Paulien, “La hermenéutica de la apocalíptica bíblica”, 321.

[12]Johnsson, 7:18, señala que “los 1260 días/tres tiempos y medio representan un período específico cuando Dios providencialmente cuidó de sus fielesfrente a las persecuciones de Satanás. Ese período no se extiende hasta la segunda venida. La visión deja en claro que después de los 1260 días/tres tiempos ymedio, el dragón concentrará sus esfuerzos sobre los descendientes de la mujer”.

[13]En Apocalipsis 12, los reinos de este mundo también pueden ser representados por un dragón. Puesto que las cabezas de este dragón, con susrespectivas diademas y cuernos, simbolizan a los poderes de este mundo que siempre estuvieron en contra del pueblo de Dios, entonces, la figura del dragón, eneste capítulo, tendría dos significados: 1) Satanás (la serpiente antigua) y 2) los poderes de este mundo que por medio de ellos él actúa (Louis F. Were, The Woman and the Beast in the Book of Revelation [Berrien Springs, MI: Bluff View, 1983], 148).

[14]William H. Shea, “Time Prophecies of Daniel 12 and Revelation 12–13”, SR–Book 1, 6:350.

[15]Existe también recapitulación, porque los 1260 días del versículo 6 se repiten con otra expresión: “tres tiempos y medio” (v. 14).

[16]Apocalipsis 12:17 se puede estructurar de la siguiente manera:

“Entonces el Dragón se airó contra la mujer
y se fue hacer guerra
en contra del resto de la descendencia de ella,
los que guardan los mandamientos de Dios
y tienen el testimonio de Jesucristo” (traducción personal).

Como se ve, el texto se enfoca más en el remanente y sus características, que en la mujer.

[17]El remanente, 90.

[18]Enrique Treiyer propuso una estructura quiástica de Apocalipsis 13:11–15, teniendo como centro (X) la acción “seducir/engañar”, que registra elversículo 14 (“Fuego del cielo y marca de la bestia: Un estudio exegético de Apocalipsis 13:11–18”, Theo 19, no. 1 [2004]: 82–84).