Falsos profetas, seis mil años y 2031

Hoy en día, hay personas que están enseñando que Cristo retornará el año 2031.[1] Erradamente, indican que la tierra tiene casi 6.000 años, y que el 2031, iniciaría el séptimo y último milenio; por tanto, ocurriría la segunda venida de Cristo. Algunos van más más allá, y declaran que Cristo vendrá sí o sí antes del año 2031. David Gates señaló:

“Podría ser que Jesús no va a venir después del año 2031, ¿por qué? porque se acaban los 6000 y ese es el límite; pero, Jesús puede venir mucho antes. Y yo estoy convencido que va a venir mucho antes”.[2]

Como es evidente, es necesario discutir estas propuestas anti bíblicas, porque, penosamente, algunos de nuestros hermanos las están aceptando.[3] ¿Se puede aceptar que Cristo retornará en el año 2031? ¿Es imposible que Cristo retorne después del año 2031? ¿Qué dice la Escritura sobre la intención de proponer fechas tentativas para la segunda venida? Como aquellos que proponen estas ideas se basan, supuestamente, a John Andrews y Elena de White, es indispensable saber qué dijo ella sobre los “6.000 años”. ¿Ella realmente vinculó los 4.000 o 6.000 años con la segunda venida? ¿Ella señaló que la culminación de los 6000 años, sería determinante para la parusía? Finalmente, reflexionaremos brevemente sobre cuál debiera ser nuestra actitud frente a estos falsos maestros y falsos profetas.

Elena de White y los 6.000 años

Los que proponen la teoría de los siete milenios y concluyen que el sexto terminaría el año 2031, se basan a lo publicado por John Andrews y, aparentemente, a ciertas declaraciones de Elena de White. Ellos consideran que ambas fuentes avalan su teoría. El problema es que, como lo veremos en breve, ellos no han interpretado correctamente estas fuentes, sobre todo a Elena de White.

Como sabemos, Elena de White usó las cifras “seis mil” y “cuatro mil” años. Su intención fue señalar un tiempo aproximado de cuánto tiempo la tierra estaría bajo el poder del pecado; más nunca vinculó estas cifras con el milenio de Apocalipsis 20 ni con la segunda venida de Cristo.

¿Qué escribió Elena de White sobre los 6.000 y 4.000 años? Leamos algunas de sus declaraciones:

“La Gran controversia entre Cristo y Satanás, sostenida desde hace cerca de seis mil años, está por terminar; y Satanás redobla sus esfuerzos para hacer fracasar la obra de Cristo en beneficio del hombre y para sujetar las almas en sus lazos”.[4]

“La continua transgresión del hombre durante casi seis mil años ha producido enfermedad, dolor y muerte”.[5]

“Bajo este nuevo disfraz el gran rebelde continúa llevando adelante la guerra que empezó en el cielo y que se prosigue en la tierra desde hace unos seis mil años“.[6]

“A esta tierra han venido ángeles con el mensaje de redención, y por los collados y los valles han repercutido los cantos de regocijo de aquéllos. Los pies del Hijo de Dios pisaron el suelo de la tierra. Por espacio de más de seis mil años la tierra con sus bellezas y sus dones para la subsistencia han dado testimonio del amor del Creador”.[7]

“Desde que tuvo éxito en vencer a nuestros primeros padres en su hermoso hogar edénico, Satanás se ha dedicado a esta tarea. Más de seis mil años de práctica continua han aumentado grandemente su habilidad de engañar”.[8]

“El hombre salió de las manos de su Creador perfecto en su organización y de bellas proporciones. Si por más de seis mil años ha podido soportar el impacto creciente de las enfermedades y la violencia, es una prueba concluyente del poder de resistencia con que fue dotado”.[9]

“Durante más de seis mil años, Satanás ha luchado por mantener su dominio sobre la tierra. Pero se cumplirá el propósito original de Dios al crearla. “Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre”.[10]

“Los geólogos infieles aseguran que el mundo es mucho más antiguo de lo que el registro bíblico indica. Rechazan el testimonio de la Biblia, debido a que contiene elementos que, para ellos, no son evidencias tomadas de la misma tierra, de que el mundo ha existido durante decenas de miles de años. Y muchos que profesan creer la historia bíblica se desconciertan porque no pueden dar razón acerca de cosas maravillosas que encuentran en la tierra, observadas desde el punto de vista de que la semana de la creación tuvo solamente siete días literales, y que el mundo actualmente no tiene sino alrededor de seis mil años de edad…”[11]

“Las leyes y los procesos de la naturaleza que han sido objeto del estudio de la humanidad durante seis mil años, fueron puestos al alcance de su mente por el infinito Forjador y Sustentador de todo”.[12]

“La obra de destrucción de Satanás ha terminado para siempre. Durante seis mil años obró a su gusto, llenando la tierra de dolor y causando penas por todo el universo”.[13]

“Actualmente mantiene entrampados a los mortales. Durante su experiencia de casi seis mil años, no ha perdido nada de su habilidad ni de su astucia. Durante todo este tiempo ha observado detenidamente todo lo que concierne a nuestra especie”.[14]

Como es evidente, Elena de White utilizó de diferentes maneras la cifra “seis mil años”. Por un lado, declaró que la tierra tendría “alrededor de seis mil años”. En otras ocasiones, indicó que el diablo ha obrado “durante seis mil años”. Pero, en otras oportunidades, ella declaró que la tierra tendría “más de seis mil años”.

Por usarla de forma diversa, no creo que haya contradicción en Elena de White; sino que ella, como profetisa, dio algunos usos sobre la cifra y nunca intentó determinar el año en que inició el pecado en la tierra. Es evidente que tampoco tuvo la prioridad de determinar cuándo se iban a cumplir los 6.000 años, mucho menos pensó fijar el año de la segunda venida. La conclusión que llegó William Fagal, jubilado y ex director asociado del White Estate, es importante:

“Por lo que sé, la Sra. White nunca se refirió a la idea de la Semana del Tiempo. Sus declaraciones sobre cuánto tiempo habían transcurrido no son consistentes ni precisas”.[15]

“Estas variaciones deberían hacernos temer de poner demasiado peso en la idea de la Semana del Tiempo, y especialmente de pensar que la Sra. White creía en ella”.[16]

Es indispensable conocer las fechas en que fueron escritas algunas de las declaraciones sobre los 6.000 años de Elena de White. Se supone que, el aparente cumplimiento de los seis milenios, debe guardar relación con el año cuando ella dio dichas declaraciones. Miremos la siguiente tabla:

DeclaraciónLibroAño de publicación
“Durante su experiencia de casi seis mil años, no ha perdido nada de su habilidad ni de su astucia”Testimonios para la iglesia1885
Más de seis mil años de práctica continua han aumentado grandemente su habilidad de engañar”Signs of the Times1887
“La Gran controversia entre Cristo y Satanás, sostenida desde hace cerca de seis mil años, está por terminar…”El gran conflicto1888
Durante más de seis mil años, Satanás ha luchado por mantener su dominio sobre la tierra”Patriarcas y profetas1890
“La continua transgresión del hombre durante casi seis mil años ha producido enfermedad, dolor y muerte…”Consejos para los maestros1897

Para el año 1885, Elena de White había escrito “casi seis mil años”, dando a entender que aún no se habían cumplido. Ya en 1887, después de dos años, ella escribió “Más de seis mil años”, insinuando que, para ese año, los seis mil años ya se habrían cumplido. El detalle es que, un año después, en 1888, ella volvió a escribir “cerca de seis mil años”. No solo eso, para 1890, ella escribiría “Durante más de seis mil años”, dando a entender que ─de nuevo─ ya habrían pasado los seis mil años. Sin embargo, lo más interesante viene en el año 1897. Ella, en esa fecha, vuelve a escribir “casi seis mil años”.

¿Qué podemos concluir sobre las declaraciones de Elena de White acerca de los seis mil años de pecado? Sencillo, ella nunca tuvo en mente determinar una fecha exacta para el inicio del pecado en la tierra ni para el final de un supuesto “sexto milenio”. Y esto no nos debe sorprender; varios, basándose a las genealogías registradas en la Escritura, han llegado a proponer cuánto tiempo tendría nuestro planeta. Algunos sugieren que podría tener seis mil años, otros argumentan siete mil y hay quienes proponen ocho mil. Por tanto, no es un error dar aproximaciones sobre cuánto tiempo tendría nuestro planeta y cuánto tiempo habría pasado desde Adán y Eva a la fecha. Con todo, no hay un año exacto del inicio del pecado en este planeta. Ni a Elena de White ni a ningún otro profeta se les reveló tal cosa. Nadie lo sabe. La Biblia tampoco tiene la intención de revelar algo semejante.

Ahora, en el caso hipotético de que Elena de White sí habría tenido en mente la teoría del sexto milenio (vamos a suponer por un momento que estos intérpretes tengan la razón). Por sus declaraciones, ¿no se supone que los seis mil años habrían culminado en sus días? ¿Qué tiene que ver el año 2031? Nada. Si bien es cierto ella hizo aproximaciones en cuanto a los seis mil años de pecado, ella nunca los vinculó con la segunda venida.

Por supuesto, hubo un pionero adventista que abogaba por la “gran semana de tiempo” (6.000 años + 1.000 años = 7.000 años), a saber, John Andrews.[17] Él escribió al respecto y concluyó que los 6.000 años terminarían años antes de 1900 o fines del siglo XIX. Él mencionó:

“[…] el período dedicado a la historia del hombre antes del día del Juicio, también fue indicado por los días que Dios empleó en el trabajo de la creación. Pensamos, por lo tanto, que al final de los 6000 años desde la creación, el día del Juicio comenzará y que ese día durará por un período de 1000 años”.[18]

Para Andrews, como la semana tiene siete días, entonces, habría siete milenios. Suena interesante; pero, no hay sustento bíblico para tal idea, sino solo el uso de la “analogía”.[19] Elena de White nunca respaldó la propuesta de Andrews. Fagal tiene razón, al decir:

“Pero, ella nunca hizo eco de la analogía de Andrews sobre este asunto. Como ya he demostrado, ella no fijó exactamente la edad de la tierra, y sus diversas descripciones deben servir para decirnos la futilidad de tratar de calcular la venida de Jesús por la ‘gran semana del tiempo”.[20]

En conclusión, no es recomendable acudir a Elena de White para avalar la teoría de los “6.000 años de pecado”. Tampoco es pertinente mencionarla para avalar la fecha 2031. Aquellos que acuden a sus escritos para darle peso a la idea de que en 2031 terminaría el sexto milenio, están malinterpretándola y haciéndola decir lo que ella nunca dijo. De hecho, tampoco tuvo la intención de determinar cuánto tiempo de vida tiene la tierra. Ella tan solo habló de aproximaciones en cuanto al tiempo que tendría el pecado en este planeta; pero, nunca tuvo en mente determinar el año de la segunda venida de Cristo.

Lo más preocupante que esta interpretación puede generar, es la de proponer un año para la segunda venida. En eso hay que tener cuidado. Si bien es cierto es muy bueno proponer “interpretaciones”, estas no deben contradecir la Biblia ni ser heréticas. Tampoco somos llamados a enseñar algo no revelado; y sobre la edad de la tierra y el año de la segunda venida, ¡no han sido revelados! Así que, ante algo no revelado, lo mejor es el silencio.

¿Jesús vendrá en el año 2031?

Siempre es bueno recordar que, como cristianos, no somos llamados a proponer fechas para la segunda venida de Cristo, ni el día, ni el mes ni el año. Por tanto, la propuesta de que el Señor volverá en el año 2031, es tan anti bíblica como la idea de que María intercede en el cielo por nosotros; por tres razones:

1) No hay profecía de tiempo alguna en la Escritura que avale el año 2031. 1844 d. C. es un año profético, porque hay una profecía de tiempo: las 2.300 tardes y mañanas de Daniel 8:14. El año 1798 d. C. también es un año profético, porque la Escritura reveló la profecía de tiempo de los 1.260 días o “tres tiempos y medio” (Dn 7:25). Y así sucede con los años 457 a. C., 508 d. C., 27 d. C., etc. Un año profético es el cumplimiento de una profecía de tiempo exacta. ¡Esto es bíblico!

Mi pregunta para todos aquellos que abogan por el año 2.031, es la siguiente: bíblicamente, ¿qué profecía de tiempo nos dirige al año 2031? Aquellos que hemos leído la Biblia de tapa a tapa, la respuesta es sola una: “ninguna”. Es más, bíblicamente, no hay profecías de tiempo cuyo cumplimiento sea posterior a 1844 d. C. ¿70 semanas? ¿2.300 días? ¿1.260 días? ¿1.290 días? ¿1.335 días? Todas ellas ya se cumplieron hasta 1844. Y si todas las profecías de tiempo, reveladas en la Biblia, ya se cumplieron, es inaceptable estar colocando fechas proféticas después de 1.844. Razón tuvo Elena de White, al declarar:

“Después de este lapso (Apocalipsis 10:4-6), que ahora abarca desde 1842 a 1844, no puede haber ningún cómputo definido de tiempo profético. El cálculo más prolongado llega hasta el otoño de 1844”.[21]

“Entonces declaré en público que al Señor le había placido mostrarme que no habría una fecha definida para el mensaje dado por Dios desde 1844”.[22]

Elena de White fue clara y enfática: ningún creyente es llamado a proponer fechas proféticas para los eventos finales. Por si acaso, después de 1844 d. C., no hay cronología ni fechas proféticas.[23] Solo a un falso maestro o falso profeta se le ocurriría tal cosa, y hay que tener cuidado.

2) No somos llamados a proponer el año que vendrá Cristo. Él puede retornar el 2022 o el 2032, o quizás de aquí a dos meses; o de repente, el 2035 o en una semana. No sabemos; pero, tampoco estemos especulando. ¿Sustento bíblico? Leamos:

“Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mt 24:44).

“Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre” (Mr 13:32).

“Y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mt 24:49).

“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora [en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mt 25:13).

“Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía” (Stg 5:7).

Estos textos evidencian tres puntos: 1) nadie sabe el día ni la hora (incluyendo el año, ¿o los que abogan por el 2031, hubiesen querido que Jesús haya mencionado la palabra “mes”?); 2) nadie está autorizado, ni los ángeles del cielo ni un verdadero profeta, a decir el día, el mes o el año del retorno de Cristo (no solo no están autorizados, sino que tampoco saben). Y 3) el retorno de Cristo sucederá en un momento inimaginable. En palabras de Cristo, “vendrá a la hora que no pensáis”. Si el Señor dijo que su retorno será en el momento menos pensado, ¿qué ganan algunos declarando que Él vendrá el 2031? Por lo que es evidente, hay quienes les gusta “pensar” (o definir) el momento (¿año?) de la venida de Cristo. Ante esta actitud, nuestra profetisa nos advierte:

“Dios no le da a ningún hombre un mensaje de que pasarán cinco o diez o veinte años antes de que concluya la historia de esta tierra. Él no quiere darle a ningún ser viviente una excusa para demorar la preparación para su venida. Él espera que nadie diga, como lo hizo el siervo infiel: “Mi señor tarda en venir”, porque esto conduce a un descuido temerario de las oportunidades y privilegios para prepararnos para ese gran día”.[24]

¿Qué está enseñando Elena de White en esta declaración? Repetimos: “Dios no le da a ningún hombre un mensaje de que pasarán cinco o diez o veinte años antes de que concluya la historia de esta tierra”. Les dejo algunas citas más, de ella, sobre la tentativa de colocar fechas para la segunda venida:

“Ni está contemplado en la providencia de Dios que cualquier hombre finito que emplee un instrumento, que haga cómputos con números, símbolos o signos, pueda saber con ningún grado de exactitud el tiempo de la venida del Señor”.[25]

“Se me ha advertido repetidamente con respecto a la fijación de fechas. No volverá a haber (desde 1844) un mensaje para el pueblo de Dios que esté basado en una fecha. No podemos saber el tiempo definido para el derramamiento del Espíritu Santo o la venida de Cristo”.[26]

“Si usted lleva el yugo de Cristo, si soporta su carga, verá que hay mucho que hacer en armonía con los siervos de Dios en la obra de predicar a Cristo y a Cristo crucificado. Pero cualquiera que empiece a proclamar un mensaje para anunciar la hora, el día o el año de la aparición de Cristo, ha tomado sobre sí un yugo y está proclamando un mensaje que el Señor nunca le ha dado”.[27]

3) Se fundamenta en una teoría que no es explícita ni implícita en las Escrituras. ¿En qué parte de la Biblia se asocia la segunda venida con los 6.000 años de pecado? ¿Dónde, en la Palabra de Dios, se pretende profetizar el año de la segunda venida, utilizando el conteo de milenios? ¿Qué texto o genealogía bíblica sustenta que Adán y Eva pecaron por primera vez en el año 4031 a. C.? Si usando la analogía de los seis mil años podríamos llegar a conocer el año de la segunda venida, ¿para qué, entonces, Cristo dijo que nadie sabe la fecha de su retorno? Si esta analogía no es bíblica, ¿por qué creer que en el año 2031 vendrá Jesucristo? ¿Nuestra fe debe estar cimentada en algo no revelado; y, peor aún, en algo que te llevará a interpretaciones y conclusiones anti bíblicas? Por supuesto que no.

Está bien, lo dijo un pionero adventista. Pero, ¿desde cuándo la interpretación de un pionero está por encima de las Escrituras? ¿Cuándo el adventismo colocó la autoridad de John Andrews por sobre la Biblia? ¡Nunca! Andrews fue un gran estudioso de las Escrituras, quizás el más grande de entre los pioneros; sin embargo, él, al igual que nosotros, fue un simple mortal. Pudo equivocarse; y en cuanto a la teoría de los siete milenios, se equivocó.

Una de las cosas que más preocupa con esta tendencia de proponer fechas para la segunda venida, es que la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha sido muy criticada. A nosotros los adventistas, históricamente, se nos critica por proponer fechas para la segunda venida. Penosamente, hemos tenido hermanos irresponsables en nuestras filas. Pero, no solo es criticada nuestra iglesia, sino también el método que utilizamos para interpretar las profecías escatológicas, a saber, el Historicismo.[28] En la erudición, la principal crítica hacia los historicistas es que tienden a proponer fechas para la segunda venida o ciertos eventos del tiempo del fin.

Entonces, ¿cómo quedamos nosotros los historicistas, cuando la gente ve que ciertos adventistas están proponiendo el año 2031 como fecha para la segunda venida? Por supuesto, quedamos mal. Y lo peor, los preteristas y futuristas continuarán cada vez más lejos del Historicismo. ¿Y todo por qué? Porque en nuestras filas hay gente irresponsable que no piensa en el buen testimonio del adventismo y del método que utilizamos.

En conclusión, la Biblia y Elena de White rechazan cualquier intento de proponer una supuesta fecha –ya sea año, mes o día– para la segunda venida de Cristo. Toda persona que sugiera una fecha tentativa para este evento, debería ser considerado “falso maestro” y “falso profeta”, y sus interpretaciones tendrán que ser rechazadas.

Falsos profetas y falsos maestros

Tantas voces se escuchan por el Internet. Predicadores, pastores, eruditos, falsos maestros, falsos profetas, etc. ¿A quién, entonces, deberíamos escuchar y leer? ¿A nuestros eruditos, o a falsos profetas y falsos maestros? Sencillo, a las personas que interpretan correctamente las Sagradas Escrituras. Por ejemplo, al escuchar a alguien proponer fechas tentativas para la segunda venida, pregúntate: ¿una persona que lee la Biblia y sabe interpretarla, puede hacer tal cosa? Si bien es cierto ellos no proponen el día y el mes; pero, ¿somos llamados a sugerir el año? Tú mismo, ¿pretenderías decir “en tal año vendrá Jesucristo”? La pregunta más importante: ¿El Espíritu Santo está iluminando a estas personas para sugerir el año 2031 como fecha tentativa de la segunda venida? La respuesta es obvia. Y te planteo algo delicado: Si el Espíritu Santo no los está iluminando, ¿entonces quién o quiénes? Todo parece indicar que son otros espíritus. ¿O crees que un ser celestial se atrevería a sugerir el año de la segunda venida?

Lo paradójico de todo esto, es que hasta ellos mismos se contradicen. Como ejemplo, presentaré algunas contradicciones de David Gates. En el año 2015, él dijo que el juicio a los vivos inició el 23 de septiembre de ese año. En una grabación, él declaró lo siguiente:[29]

“¿Cuáles son las probabilidades que cuando Jesús pase, al juicio a los vivos, lo haga de acuerdo a su calendario también?… ¿Ustedes sabían que el 23 de septiembre era el día de expiación?… A partir del 23 de septiembre, puedes avanzar a la siguiente etapa del conflicto de los siglos… ¿Qué probabilidad hay que, el juicio de los vivos ya comenzó el 23 de septiembre? Es muy probable, porque es allí, cuando es el día del juicio… Las evidencias apuntan que la ley dominical se nos viene encima… Yo tengo que decirles, más y más convencido, que ya comenzó [el juicio a los vivos]”.

Sin embargo, por las críticas recibidas en las redes sociales,[30] al siguiente día dijo: “Nosotros no podemos dar una fecha, Dios no dio una fecha cuando pasa de los muertos a los vivos”. ¿Y dónde quedó el 23 de septiembre? Al inicio dijo que era el 23 de septiembre, ¡colocó una fecha! Ahora, dice que “no podemos dar una fecha”. Entonces, ¿por qué días antes la dio? El 2015 dijo que la ley dominical “se nos viene encima”. Pero, ya estamos en 2022, ¿y ha sucedido algo de lo dicho por él? No.

Hace dos años, él señaló que, basándose a la supuesta profecía de los “6.000 años”, Cristo retornaría antes del 2031, y no después.[31] No obstante, el año pasado, por motivo del covid-19, terminó añadiendo que en siete años Cristo podría retornar; y que, para él, estaríamos ya en los “últimos siete años de la historia del mundo”.[32] Para él, nosotros somos la última generación de creyentes. Lo curioso es que él, en el año 2012, ya había mencionado lo mismo: “estamos viviendo en la última generación”.[33] Imagino que, en el año 2060, si él y nosotros continuamos con vida, dirá lo mismo.

Es evidente que Gates está acostumbrado a proponer fechas tentativas de los eventos finales y de la segunda venida; no basándose a la Biblia ni a Elena de White, sino a su elevado nivel de imaginación. Su fundamento no es la Biblia.

En el año 2018, Gates propuso que, en primavera del año 2019, iba a darse una fracción en el adventismo, ya que la Asociación General “perseguirá” a la hermandad por medio del control de la membresía y la ordenación de pastores.[34] ¿Pasó algo? No. Ese intento fallido de profetizar eventos, provocaron reacciones. Por ejemplo, uno de los discípulos amados de Gates, llamado Oliver Coronado, lo criticó y decidió publicar en su sitio web su desvinculación con él.[35] Coronado consideró que no es bueno colocar fechas para los eventos finales, ni plantear analogías entre eventos proféticos y ciertas situaciones de la historia; por tanto, él no iba a “apoyar… ni participar en las actividades que dirige el Pr. David Gates por lo antes expuesto”. Desde aquel entonces, ya no se les ve juntos. Puedes leer el documento completo que el mismo Coronado publicó:

Además de Coronado, algunos evangelistas respondieron a Gates. Por ejemplo, Doug Batchelor[36] y Mark Finley[37] decidieron, con Biblia en mano, responder a Gates. Ambos cuestionaron a Gates sobre cómo interpreta la Biblia, por qué mucho recurre al sensacionalismo en sus mensajes y por qué acostumbra colocar fechas para los eventos finales.

Lo de Gates no debe sorprendernos. Hace tiempo, él declaró que Jesús iba a venir en el año 1995. Luego, señaló que las siete plagas postreras caerían entre los años 2002 y 2003. Después, profetizó que, a nivel mundial, se daría una crisis en el año 2008.[38] No solo eso, también declaró que la ley dominical se iba a dar en el 2012 y, luego, en el 2015; y en mayo de 2017, aunque parezca risible, indicó que ya estábamos a las puertas de dicha ley.[39] Fines del 2018, señaló que la ley dominical se daría en la primavera de 2019.[40] ¿Pasó algo? No; y como nada sucedió, terminó diciendo que esta ley se declararía en agosto del mismo año.[41] ¿Sucedió algo? Tampoco.

Él ya está acostumbrado a colocar fechas para los eventos de la crisis final. Lo curioso es que ninguna de sus profecías se ha cumplido. ¿Y cómo queremos que se cumplan, si, para su profecía fallida del juicio hacia los vivos del año 2015, se basó a la serie estadounidense Los Simpsons?[42] ¿A qué otra serie, manga o película va a recurrir para interpretar Daniel y Apocalipsis, a Dragon Ball? Repetimos, sus predicciones falsas e incumplidas ya no nos sorprende. Pero, lo que sí sorprende es que, con tales precedentes, aún haya adventistas que lo siguen considerando “siervo de Dios”.

Por lo escrito hasta aquí, quisiera plantear tres preguntas para reflexionar: ¿Crees que una persona que se contradice a sí misma, sería confiable? ¿Hasta qué punto son creíbles las declaraciones de alguien que, continuamente, son contradictorias? ¿No crees que, si alguien profetiza algo y no se cumple, debería ser llamado “falso profeta”? Penosamente, David Gates es un falso profeta.

Una reflexión

¿Por qué a varios de nuestros hermanos les agrada las predicaciones de los disidentes y de estos falsos profetas? Probablemente, por el perfeccionismo que hay en sus corazones. Ellos no toleran a miembros de iglesia cometiendo errores. Entonces, si llega una persona X a criticar públicamente los errores de ciertos feligreses o iglesias locales, recibe admiración y aprecio. Y lo peor de todo, estos hermanos consideran que criticar públicamente al adventismo es muestra de espiritualidad; lo cual, por supuesto, no es así. Una persona espiritual no está divulgando y criticando los errores de la esposa del Cordero. No está mostrando a medio mundo los pecados cometidos por algún feligrés o congregación. No hay nada de espiritual en eso, pero sí mucho de satánico.

¿Es bíblico el hecho de que, al ver a tu prójimo cometer un error, tú vayas y lo critiques en las redes sociales? ¿Tú crees que Dios se alegra cuando, por un error de su novia/esposa, se la denigre en Facebook y en YouTube? ¿Qué ganan ellos compartiendo o publicando los errores de las iglesias por Facebook y YouTube?

Continuamente, veo a varias de estas personas compartiendo grabaciones de ciertos recitales y conciertos organizados por algunas de nuestras iglesias. Algunos de estos recitales son criticados en las redes sociales, porque se usó el rock y/o pop cristiano. Sin embargo, ¿qué se creen ellos de estar juzgando en público al adventismo? Como les gusta el chisme y el morbo, se escandalizan en las redes sociales y desgarran sus vestiduras. Tienen un interés denodado de mostrar por el Internet los pecados de algunas iglesias, pastores y/o miembros. Ellos no obedecen lo declarado por Jesucristo en Mateo 18. Antes de hablar con el pastor de la iglesia que está en error, prefieren compartir los errores en las redes sociales y, luego, ponerse a criticar. Esta obra es diabólica, y Dios no está de acuerdo. Esas actitudes son comunes de los disidentes, y no de los santos que son dirigidos por el Espíritu Santo. ¡Cuán contento debe estar Satanás, al ver cómo simples mortales se atreven a criticar a la esposa de Jesucristo!

Imagina que tú, siendo casado, comiences a publicar los errores de tu esposa en Facebook. ¿Estaría bien? Entonces, ¿cómo crees que se sienta el novio/esposo de la iglesia? ¿Crees que Jesucristo ve correcto que ciertos adventistas solo se dediquen a compartir los errores de su novia/esposa? Si ves que una iglesia no está bien, ya sea en música, ritos y/o cultos, simple: llama o escribe a su pastor, ¡directamente! mas no estés publicando o compartiendo los errores de aquella iglesia.

Una última reflexión. Insistimos, el hecho de declarar que tal año se dará la ley dominical o la segunda venida de Cristo, nos hace quedar mal no solo como iglesia, sino también al método que usamos para interpretar Daniel y Apocalipsis. ¿En qué nos afectaría? En lo siguiente: ¿cómo le vamos a decir a un católico que crea que el papado es el anticristo, si entre nuestros miembros hay quienes andan proponiendo fechas para la segunda venida? ¿las personas de otras religiones cristianas aceptarían nuestro mensaje profético, si hay hermanos que andan sugiriendo fechas para los eventos finales? ¿los que creen en el rapto secreto nos creerán que Cristo vendrá de manera visible y gloriosa, si, a la par, hay miembros nuestros que proponen el año 2031 para la parusía? Colocar fechas para los eventos finales, generando falsa expectación, no solo es anti bíblico, sino también afecta a la misión profética que tenemos como remanente.

Conclusión

La situación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en cuanto al conocimiento bíblico de sus feligreses, es crítica. Un gran número de hermanos ya no leen la Palabra, y hay quienes la interpretan mal. Esto ha permitido que se levanten algunos falsos maestros y falsos profetas, y reciban el apoyo de varios miembros.

¿Qué hacer? Solo una cosa: leer la Palabra. La principal solución para hacer frente a la disidencia y no ser engañados por estos falsos profetas, es la lectura diaria de la Biblia. Si tú lees las Escrituras, sucederá lo siguiente: 1) vas a conocer mejor a Jesucristo, 2) comprenderás mejor los eventos finales de Daniel y Apocalipsis, 3) sabrás diferenciar la verdad del error, y 4) tendrás la capacidad de decirle “no” a toda persona que enseña asuntos anti bíblicos.

No hay sustento para la teoría de los 6.000 años; tampoco hay argumento bíblico alguno que avale una posible relación entre “el séptimo milenio” y “la segunda venida”; mucho menos existe un texto bíblico que relacione la segunda venida con los siete milenios ni con el año 2031. Esta teoría, sin lugar a dudas, debe ser rechazada por todo lector bíblico.

Finalmente, es verdad que, como adventistas, necesitamos un reavivamiento y una reforma individualmente. Pero, esto solo se logrará leyendo e interpretando correctamente la Palabra, y no proponiendo fechas tentativas para los eventos finales ni creyendo a falsos profetas (entre ellos David Gates y Víctor Sanvicens).


Referencias:

[1]Uno de los promotores de esta propuesta, es Víctor Sanvicens, “11 – Tabernáculos 2031: el retorno de Cristo”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=nXqjXG0g6dw (consultado: 06 de marzo, 2021).

[2]David Gates, “Es verdad que Cristo viene en el 2031?”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=BsOiIIuvJgI (consultado: 15 de agosto, 2020).

[3]La Revista Adventista de Sudamérica publicó algunos artículos sobre este asunto, ver Walter Steger, “El séptimo milenio”, Revista adventista, marzo, 2016; ibíd., “Elena de White y los seis mil años”, Revista adventista, noviembre, 2016.

[4]El gran conflicto (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 496.

[5]Consejos para los maestros (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 377.

[6]El conflicto inminente (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 37.

[7]Cristo nuestro salvador (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 111.

[8]Signs of the Times, 29 de septiembre de 1887.

[9]El conflicto de los siglos, 496.

[10]Patriarcas y profetas (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 306.

[11]Exaltad a Jesús (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 44.

[12]Ser semejantes a Jesús (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 229.

[13]El conflicto inminente, 122.

[14]Testimonios para la iglesia (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 2:167.

[15]“Regarding the Theory of 6000 Years of Earth’s History”, Ellen G. White Estate, http://ellenwhite.org/content/file/regarding-theory-6000-years-earths-history#document (consultado: 14 de febrero, 2019).

[16]Ibíd.

[17]Sobre la “semana de tiempo” de John Andrews, ver Jhan Saravia, “‘La gran semana de tiempo’: Un estudio sobre los escritos de John Nevins Andrews, 2 Pedro 3:8 y Ellen G. White” (Tesis de maestría: Universidad Peruana Unión, 2018).

[18]“The Great Week of Time”, Advent Review 60/29 (1883): 456.

[19]Hay que tener cuidado al momento de proponer analogías. Para cualquier clase de símbolos o tipos que registra la Biblia, sus significados o paralelos son revelados en la misma Escritura. En el caso de la analogía propuesta por Andrews, esta no tiene base bíblica.

Es interesante que David Gates, por ejemplo, utiliza mucho la analogía como recurso para imponerle doble cumplimiento a ciertos eventos bíblicos. Por ejemplo, él, en octubre de 2018, indicó que los ataques de Roma a Jerusalén del primer siglo tendrían un doble cumplimiento en nuestros días, y los vinculó con el adventismo y Estados Unidos. Él profetizó en ese año que, en primavera de 2019, se iría a desatar una persecución. Por supuesto, nada ha sucedido. Ver “‘A las Puertas’ por el Tío David Gates”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=828xPWUfcPA (consultado: 06 de marzo, 2021).

[20]Ibíd.

[21]Eventos de los últimos días (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 36.

[22]Mensajes selectos (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 2:80.

[23]Hay quienes creen que hay una “cronología de los eventos finales”, inclusive, un posible “calendario”. Como los conceptos “cronología” y “calendario” tienen que ver con fechas o años, estos no deben usarse al momento de tratar los eventos finales; por una sencilla razón: no han sido revelados los años o los meses de las profecías que se cumplen en el “tiempo del fin”. Después de 1844 d. C., no hay año profético alguno.

[24]The Review and Herald, 27 de noviembre de 1900.

[25]Manuscrito 9, 1891.

[26]RH, 22 de marzo de 1892.

[27]Testimonios para ministros (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 65.

[28]Ver Kai Arasola, The End of Historicism: Millerite Hermeneutic of Time Prophecies in the Old Testament, University of Uppsala Faculty of Theology (Sigtuna: Datem, 1990).

[29]“¿Juicio a los vivos?”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=1RT2pR7mZqs (consultado: 30 de diciembre de 2015).

[30]Puedes leer una de esas críticas, en Oscar S. Mendoza, “¿El 23 de septiembre de 2015 inició el juicio para los vivos?”, Prmendoza.com, http://prmendoza.com/el-23-de-septiembre-de-2015-inicio-el-juicio-para-los-vivos/ (consultado: 27 de octubre, 2020).

[31]“David Gates en Lima 27/05/2017”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=Xt5cbt8VEC4 (consultado: 20 de agosto de 2020). En este vídeo, inclusive, dice que “2031 no tiene nada que ver con la venida de Cristo” (min. 10:27).

[32]David Gates, “Los Últimos 7 Años de La Tierra (Pr. David Gates)”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=X1cyvvab_Ms (consultado: 24 de abril de 2021). Ver el minuto 16:14 en adelante.

[33]David Gates, “Estamos viviendo en la última generación – pastor David Gates”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=JUl9XRmg15A (consultado: 24 de abril de 2021). Ver el minuto 2:50 en adelante.

[34]David Gates, “A las puertas”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=828xPWUfcPA (consultado: 20 de febrero de 2021).

[35]Penosamente, la influencia de Gates se sigue evidenciando en cómo Coronado interpreta la Biblia. Un ejemplo claro fue cuando dijo que los 144.000 sellados de Apocalipsis 7 no necesitarán de la obra intercesora de Cristo (ver “¿Seré sellado?”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=QNxGW0haizI [consultado: 24 de abril de 2021]. Ver minuto 28:30 en adelante). Esta interpretación, por supuesto, es perfeccionista y contraria al pensamiento bíblico. Penosamente, para Coronado, los versículos que dicen “sin mí, nada podéis hacer” (Jn 15:5) y “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fi 4:13) no se aplicarían a los 144.000. No solo eso, él también, al igual que Gates, sostiene erradamente que el juicio a los vivos iniciaría con la ley dominical (ibíd.).

[36]“A Response to David Gates Video”, Facebook, https://web.facebook.com/dougbatchelor/photos/a.433566580060656/1950374715046494/?type=3&theater&_rdc=1&_rdr (consultado: 24 de abril de 2021).

[37]“Mark Finley talks about David Gates video “Even at the Door””, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=6BDkP2c2rq8 (consultado: 24 de abril de 2021).

[38]“David Gates: The Coming Crisis (2008)”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=vrdeqtJj4Vw&feature=emb_title (consultado: 20 de agosto de 2020). En ese mismo año, ya estaba enseñando que el presidente de los Estados Unidos y el papa estaban reuniéndose para ver el asunto de la ley dominical. Ver en “Ley dominical Red advenir”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=g1BdJX6s1Fo (consultado: 4 de septiembre de 2022).

[39]“David Gates en Lima 27/05/2017”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=Xt5cbt8VEC4 (consultado: 20 de agosto de 2020).

[40]Gates, “”A las Puertas” por el Tío David Gates”, minuto 45:30 en adelante.

[41]“David Gates 2019: ¿se retracta de su posición sobre la crisis final?”, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=yZqCv8CbVOE (consultado: 24 de abril de 2021). Ver desde el minuto 3:25.

[42]Es interesante que Gates, en varias ocasiones, utiliza la expresión común que los profetas bíblicos usaban, a saber, “Dios me ha mostrado”. Pueden verlo en “‘A las Puertas’ por el Tío David Gates”, https://www.youtube.com/watch?v=828xPWUfcPA. Ahora, si vinculamos a los Simpsons como una de sus fuentes, con su expresión “Dios me ha mostrado” ¿está diciendo Gates que Dios usó a los Simpsons para mostrarle lo que tiene que ver con el juicio a los vivos? ¿Este predicador nos está diciendo que los Simpsons puede ser una fuente de revelación e inspiración divinas? Sinceramente, esto es preocupante.