La actitud del cristiano frente a la crisis final (estudio bíblico)

Muchos tienen miedo a la crisis que se avecina. Creen que no están preparados para experimentar la prueba/persecución. El solo hecho de leer que caerán plagas, les asusta ¿Realmente debemos asustarnos frente a la crisis final? ¿Es que acaso Dios se alejará de nosotros para luchar “solos”? ¿Cuál debiera ser la actitud del cristiano frente a la crisis final?

I. Crisis final
  • La “crisis final” o, también llamada “eventos finales”, es la serie de acontecimientos que sobrevendrán antes de la segunda venida de Cristo. Estos eventos podríamos dividirlos en dos etapas. Se sugiere las siguientes:

Eventos antes del fin del tiempo de gracia

  1. Ley dominical en los EE.UU. (imagen de la bestia).
  2. Ley dominical a nivel mundial
  3. Falsa adoración mundial
  4. Milagros falsos de la bestia
  5. Marca de la bestia
  6. Persecución para los observadores del sábado.
  7. Lluvia tardía
  8. Fuerte pregón
  9. El sellamiento y fin del tiempo de gracia

Eventos después del fin del tiempo de gracia

  1. Caída de las siete plagas postreras.
  2. La gran tribulación (parte del Armagedón).
  3. El juicio a Babilonia (parte del Armagedón).
  4. La segunda venida de Cristo (fin del Armagedón)
  • Esta serie de eventos es una propuesta. Recordemos que estos sucesos no demandarán mucho tiempo, porque todo será rápido, por causa de los escogidos. Algunos de ellos sucederán uno detrás del otro; o también, al mismo tiempo.
  • Como se nota, lo que sucederá sí será una crisis. El sufrimiento y la muerte sí tendrán lugar en las filas del remanente. Sin embargo, sea cual fuere la situación, hay algo mejor. ¿Qué es?
II. La presencia del Espíritu Santo
  • Por supuesto, lo mejor de la crisis, es la presencia del Espíritu Santo, el representante de Cristo aquí en la tierra.
  • El Espíritu estará con cada uno de sus hijos antes del sellamiento y después del mismo.
  • Por ejemplo, como ya hemos leído en el tema de la “lluvia tardía”, será el Consolador quien estará con nosotros, fortaleciéndonos y animándonos a cumplir la misión antes de que termine el tiempo de gracia.
  • Ya terminado el tiempo de gracia, el Espíritu no ascenderá al cielo, como algunos lo han propuesto; al contrario, por medio del “sello de Dios”, Él: (1) permanecerá con los 144,000, (2) ayudará para que las plagas no les caigan y (3) les sostendrá para que sobrevivan a la gran tribulación.
III. La actitud del cristiano
  • La actitud del cristiano frente a la crisis final, deberá ser como la actitud que todo creyente ha tenido a lo largo de la historia.
  • ¿Cuál? La de estar tranquilos, mientras Dios pelea sus batallas. Esto es claro en las Escrituras:

Y al acercarse Faraón, los hijos de Israel alzaron los ojos, y he aquí los egipcios marchaban tras ellos; entonces los hijos de Israel tuvieron mucho miedo y clamaron al SEÑOR […]”. Dios dijo a través de Moisés: “No temáis; estad firmes y ved la salvación que el SEÑOR hará hoy por vosotros; porque los egipcios a quienes habéis visto hoy, no los volveréis a ver jamás. El SEÑOR peleará por vosotros mientras vosotros os quedáis callados [tranquilos]… el SEÑOR miró el ejército de los egipcios desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión en el ejército de los egipcios. Y entorpeció las ruedas de sus carros, e hizo que avanzaran con dificultad. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos ante Israel, porque el SEÑOR pelea por ellos contra los egipcios (Éx 14:10, 13, 14, 24, 25).

No os aterréis ni tengáis miedo de ellos. El SEÑOR vuestro Dios, que va delante de vosotros, Él peleará por vosotros, así como lo hizo delante de vuestros ojos en Egipto, y en el desierto, donde has visto cómo el SEÑOR tu Dios te llevó, como un hombre lleva a su hijo, por todo el camino que habéis andado hasta llegar a este lugar (Deut 1:29-31).

Sed fuertes y valientes; no temáis ni os acobardéis a causa del rey de Asiria, ni a causa de toda la multitud que está con él, porque el que está con nosotros es más poderoso que el que está con él. Con él está sólo un brazo de carne, pero con nosotros está el SEÑOR nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas (2 Cró 32:7-8).

Porque Él amó a tus padres, por eso escogió a su descendencia después de ellos; y personalmente te sacó de Egipto con su gran poder, expulsando delante de ti naciones más grandes y más poderosas que tú, para hacerte entrar y darte la tierra de ellos por heredad, como sucede hoy (Deut 4:37, 38).

  • Razón tiene Norman Gulley, al señalar:

Aquí está el Cristo encarnado ayudando a su pueblo, y aun los egipcios se dieron cuenta que estaban luchando con algo más que con seres humanos.[1]

Es importante saber cuál es la obra de Dios y la de los humanos. Muy a menudo los humanos tratamos de hacer la obra que solo le pertenece a Dios.[2]

¡Qué Dios omnipotente. Él sabe cómo luchar. Siempre es mejor cuando su pueblo le permite hacer lo que Él hace mejor![3]

Para Él no es nada abrir el mar rojo y permitir que su pueblo pase sobre el terreno seco, o destruir al egipcio poderoso o al ejército asirio. Él se especializa en lo que es aparentemente imposible. Llama a su pueblo a que lo mire a Él, a Cristo, más allá de la crisis.[4]

  • Elena de White, también tiene razón, al escribir:

Como he participado en todo paso de avance hasta nuestra condición presente, al repasar la historia pasada puedo decir ‘¡Alabado sea Dios!’ Al ver lo que el Señor ha hecho, me lleno de admiración y de confianza en Cristo como director. No tenemos nada que temer del futuro, al menos que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido, y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada.[5]

  • ¿Hay algo por qué temer? Si el Espíritu está con nosotros, debemos estar tranquilos. No miremos la crisis, sino a Cristo.
Conclusión
  1. Según la profecía, nos depara una crisis en el futuro, que sucederá antes del retorno de Jesús.
  2. Ante cualquier situación crítica, el cristiano debe estar confiado, y ver las acciones portentosas de su Creador.
  3. Por más crítica que sea una situación, es mejor mirar a Cristo y no la crisis.
Aplicación
  1. Cada vez que haya problemas, atesora las promesas registradas en la Biblia, y póstrate ante tu Creador. Él es especialista en obrar milagros.
Tarea para casa
  1. Repasemos los textos leídos hoy.
  2. Elija cinco textos bíblicos que son de gran ayuda para usted, aquellos que le fortalecen cuando hay problemas. Luego, péguelos en lugares estratégicos en su casa.
  3. Visite a tres hermanos de iglesia durante esta semana.
  4. Visite un hospital y, posteriormente, una cárcel. Es bueno saber que hay personas que están en peores situaciones que nosotros.
Preguntas para dialogar
  1. ¿A qué se debe que nos estresamos tanto en los momentos de crisis? ¿Qué debemos hacer para estar más tranquilos?

Referencias:

[1]El caballo de Troya de Satanás, trad. David Gullón (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2006), 77.

[2]Ibíd., 76.

[3]Ibíd., 80.

[4]Ibíd., 80.

[5]Notas biográficas (1902), 216.