La crisis final

Principalmente, los eventos proféticos que abarcan la crisis final se dividen en dos partes: aquellos que sucederán antes del fin del tiempo de gracia y los que ocurrirán después de ese tiempo.[1] En esta parte, tendremos como fuente el libro de Apocalipsis y usaremos también los escritos de Elena G. de White.

Eventos antes que termine el tiempo de gracia

Las profecías que aún no se han cumplido, pero que se cumplirán cuando que finalice el tiempo de gracia, son las siguientes:

  1. Ley dominical en los EE.UU. (imagen de la bestia).
  2. Ley dominical a nivel mundial.
  3. Falsa adoración mundial y milagros de la bestia.
  4. Marca de la bestia, zarandeo y persecución para los observadores del sábado.
  5. Lluvia tardía y fuerte pregón.
  6. El sellamiento de los 144.000 y fin del tiempo de gracia.

Ampliaremos cada una de estas profecías:

1. Ley dominical en los Estados Unidos

Según Apocalipsis 13: 14, la bestia que sube de la tierra ordenará que se “haga imagen a la bestia [que sube del mar]”, para que se le infunda “aliento” y así poder hablar y asesinar a quienes no lo adoren. Evidentemente, este versículo nos recuerda la creación de Adán y Eva a imagen de Dios (Gén. 1: 26, 27), quienes también recibieron el aliento para vivir (Gén. 2: 7). Estando vivos, Adán y Eva ejercieron autoridad sobre los animales por orden divina (Gén. 1: 28-29). En el caso de la bestia que sube del mar, como ella recibió una herida de muerte, Satanás es quien decide que resurja (Apoc. 13: 3) y, para ello, utilizará a la bestia que sube de la tierra. Por supuesto, como el diablo no tiene la capacidad de resucitar o dar vida/aliento, ya que esa capacidad solo la tiene el Creador, la expresión “hacer una imagen a la bestia” en Apocalipsis 13 debe entenderse de forma simbólica. Por supuesto, tampoco somos llamados a imaginarnos a una imagen recibiendo aliento de vida que luego usará su poder para hablar y asesinar. Por tanto, los versículos 14 y 15 tienen un lenguaje simbólico.

Además de Génesis 2, Juan tuvo en mente Daniel 3 cuando escribió Apocalipsis 13: 14–15; sobre todo, cuando escribió sobre la imagen que Nabucodonosor levantó como señal de adoración; y es interesante que Apocalipsis 13: 14–15 también está en un contexto de adoración (vers. 15–16).

Entonces ¿cómo entender “la imagen de la bestia”? Como las palabras “imagen” y “aliento” en Apocalipsis 13 tienen como fuente la creación de Adán en Génesis 2, entonces, deberíamos también entender “la imagen de la bestia” a la luz de lo que escribió Moisés. En el caso de Génesis, Adán y Eva fueron creados a la imagen de Dios; el ser humano iba a actuar de manera semejante al Creador, en el sentido de ser libres y tener la capacidad de pensar. Entonces, algo parecido sucede con Apocalipsis 13. La “imagen de la bestia” significa actuar y ser como la bestia, para beneficiarse a sí misma. Elena G. de White declaró que, la formación de la imagen de la bestia se dará cuando Estados Unidos —la bestia que sube de la tierra— actúe como la bestia que sube del mar: el papado. ¿De qué manera? Principalmente, decretando una ley dominical en toda la nación americana. Leamos lo que ella escribió: “Cuando el Estado haga uso de su poder para poner en vigor los decretos y sostener las instituciones de la iglesia, entonces la Norteamérica protestante habrá formado una imagen del papado y habrá una apostasía nacional que solo concluirá en la ruina nacional”.[2]

2. Ley dominical a nivel universal

Después de que Estados Unidos decrete una ley dominical local, se decretará una ley dominical universal. Por supuesto, para que esto se dé, es necesario tratados internaciones y una profunda crisis moral, económica y política. Esto permitirá establecer —lo que muchos llaman— un Nuevo Orden Mundial y un líder máximo, a saber, el papado. Todas las naciones, incluso aquellas que no profesan el cristianismo, estarán involucradas y darán su apoyo a la bestia que sube del mar. Ese apoyo universal al anticristo es descrito en Apocalipsis 13: 8, 12, 14; 17: 2, 12, 18; 18: 3, 9.

¿Hay sustento bíblico para una ley dominical en el futuro? Por supuesto que sí, por lo menos implícitamente. En primer lugar, se debe tener en cuenta que los “mandamientos de Dios” de Apocalipsis 12: 17 y 14: 12 son los diez de Éxodo 20;[3] y como el contexto literario es de persecución, evidentemente Satanás y sus instrumentos estarán en contra de estos mandamientos. En segundo lugar, el contexto de Apocalipsis 13 es de adoración.[4] Quienes adoran a Dios serán sellados; quienes deciden seguir al anticristo serán marcados. Como el contexto es de adoración; entonces, obedecer los diez mandamientos será una señal de adoración. En tercer lugar, si bien es cierto las dos bestias en Apocalipsis 13 desobedecen los diez mandamientos, el foco de ellas son los mandamientos de la primera tabla, a saber, aquellos que tienen que ver con la adoración al único Dios.[5] En último lugar, el hecho de que un solo poder determine quién puede comprar y quién no, ya implica que hay leyes de por medio. Nadie puede impedir la libertad de comprar o no comprar, salvo el Estado por medio de sus poderes. Como para que el anticristo determine quién puede comprar y quién no, además de asesinar a quienes le desobedezcan —según Apocalipsis 13: 17 y 18—, será porque tendrá tanto el poder legislativo como el judicial. Lo legal y lo judicial serán preponderantes en la crisis final.

Con esto en mente, es posible, a la luz de Apocalipsis 13, conectar las expresiones “cuatro primeros mandamientos”, “adoración”, “marca de la bestia” y “leyes”.[6] El anticristo, para marcar a sus seguidores, legalizará y promoverá una falsa adoración, la cual llevará a los moradores de la tierra a rechazar los cuatro primeros mandamientos de Éxodo 20. ¿De qué manera? Promoviendo una ley dominical. Una posible ley dominical en el futuro no es ajena al texto bíblico.

3. Falsa adoración mundial, milagros y la falsa venida

El enemigo es astuto. Primero, él utilizará los milagros y señales como recursos para persuadir a los seres humanos a que adoren al anticristo y, así, guardar el domingo. Esto será de tal magnitud, que Apocalipsis 13: 13 registra que la bestia que sube de la tierra “hasta hará descender fuego del cielo”,[7] evidenciando que se hará lo que sea para que la gente adore al papado.

Durante ese tiempo, probablemente el espiritismo será el instrumento principal para engañar a los seres humanos. Hoy, muchos inconversos desean dialogar con sus parientes que fallecieron y varios políticos buscan consejo en espiritistas. El catolicismo y el evangelicalismo creen que hay vida después de la muerte, creencia principal del espiritismo. La música también será un recurso útil de Satanás para engañar a las personas, tal como lo sigue siendo hoy.[8] El enemigo persuadirá y engañará. En este contexto se dará la profecía Omega, mencionada por Elena G. de White: “No os dejéis engañar; muchos dejarán la fe por escuchar a espíritus engañadores y doctrinas de demonios. Tenemos ahora ante nosotros el alfa de este peligro. La omega será de naturaleza asombrosa en grado sumo”.[9]

Finalmente, en este contexto, con el fin de persuadir, Satanás falsificará la venida de Cristo. El Señor ya lo había profetizado en Mateo 24: 24: “Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos”. White declaró: “Satanás vendrá e intentará engañar si es posible hasta a los escogidos. Afirmará que es Cristo y viene con la pretensión de ser el gran médico misionero. Hará descender fuego del cielo ante la vista de la gente, para demostrar que es Dios”.[10] Él se hará pasar por Cristo y pedirá que el ser humano observe el domingo y no el sábado; pero ojo, este falso cristo pisará la tierra.

Todos estos recursos y otros más usará Satanás con el fin de promover una falsa adoración mundial. Los moradores de la tierra, bajo el liderazgo del anticristo, se unirán para cumplir los objetivos de la bestia que sube de la tierra: adorar al anticristo en el día establecido por él, a saber, el domingo.

4. Marca de la bestia, persecución y zarandeo

Por supuesto, habrá un grupo de personas —adventistas del séptimo día— que no llegarán a ser persuadidos. Ellos reconocerán los milagros y también al falso cristo. Así como sucedió en Daniel 3, esto generará la ira del anticristo y, ahora, él utilizará un segundo recurso: el asesinato. Él pasará de persuadir a asesinar (Apoc. 13: 15). Para ello, impondrá la “marca de la bestia” con el fin de saber quiénes son suyos. Con esta marca, además, aquellos que no obedezcan sus órdenes serán afectados económicamente, ya que no podrán comprar ni vender (Apoc. 13: 16–18). Elena G. de White escribió:

“Cuando la observancia del domingo sea impuesta por la ley, y el mundo sea ilustrado respecto a la obligación del verdadero día de descanso, entonces el que transgrediere el mandamiento de Dios para obedecer un precepto que no tiene mayor autoridad que la de Roma, honrará con ello al papado por encima de Dios… Los hombres… aceptarán, de hecho, el signo de la sumisión a Roma, ‘la marca de la bestia’.[11]

No solo eso, Apocalipsis 13: 14–18 registra que serán asesinados aquellos que no tengan esta marca, la cual será una señal espiritual. El anticristo decretará que todo aquel que no observe el domingo, tendrá que ser llevado a tribunales y ser sentenciado a muerte, a no ser que se retracte. Este decreto pregraciano se confirma en Apocalipsis 20: 4, que registra que habrá hijos de Dios que morirán por no obedecer a la bestia.[12] Esta será la primera persecución que se recibirá por motivo del reposo dominical.

De acuerdo con Elena G. de White, habrá un momento en la crisis final en que el adventismo será zarandeado, y precisamente la persecución decretada por el anticristo será su cumplimiento. Penosamente, muchos saldrán de nuestra iglesia.

5. Lluvia tardía y fuerte pregón

En este contexto de crisis, el Espíritu Santo será enviado desde el cielo y el remanente recibirá la lluvia tardía (cf. Joel 2: 28–32). Así como los apóstoles recibieron la lluvia temprana para iniciar la obra que Cristo les encomendó, el remanente —con la lluvia tardía— finalizarán esta obra. Ellos comenzarán a predicar con mayor fuerza a todo el mundo, dando el fuerte pregón, que es la invitación a los miembros del pueblo invisible de Dios que está en Babilonia, para que salgan de ella (Apoc. 18: 4).

La lluvia tardía y el fuerte pregón[13] producirán un reavivamiento a nivel mundial. Muchos entregarán sus corazones al Señor Jesucristo y pasarán a las filas del remanente. El Espíritu Santo obrará un sinnúmero de milagros y muchos se bautizarán. Sus primicias, principalmente, serán los 144.000 sellados. Con el fuerte pregón se habrá terminado la proclamación de los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14: 6–12.[14]

6. El sellamiento y el fin del tiempo de gracia

Ahora que muchos han entregado sus corazones a Cristo, el Espíritu Santo decide sellar a sus escogidos. Este sello será una señal espiritual, no física, y el número de sellados será 144.000 (Apoc. 7: 1–4). Por supuesto, esta cifra es simbólica; en realidad, no serán 144.000 individuos, sino una gran multitud que no se podrá contar (Apoc. 7: 9).[15] Este sello lo recibirán quienes guarden el día sábado y servirá como contraparte de la marca de la bestia, que será el reposo dominical. Específicamente, los 144.000 serán miembros del remanente.

El Señor Jesús decidirá finalizar el juicio investigador en el cielo (Dan. 12: 1), para dar lugar al sellamiento y, luego, terminar el tiempo de gracia (Apoc. 22: 11). Los 144.000 ya no necesitarán de un intercesor; al ser sellados, sus casos habrán sido determinados.[16] Este fin de la gracia consiste en que el Espíritu Santo dejará de interceder por los impíos y se dedicará exclusivamente a proteger a los 144.000 sellados de las manos de Babilonia. Así se cumple la promesa de Cristo: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mat. 28: 20).[17] En realidad, el Espíritu —en la lluvia tardía— no solo vendrá para que el evangelio llegue a todo el mundo, sino también para quedarse y proteger a los sellados. Tiene razón Norman Gulley al señalar lo siguiente: “Además, la lluvia tardía es el derramamiento del Espíritu Santo en el tiempo del fin en una abundancia sin medida ¿Por qué? Porque el pueblo de Dios necesitar estar lleno del Espíritu… La lluvia tardía llega precisamente para equipar a los santos para pasar a través de los eventos finales”.[18] El fin del tiempo de gracia da lugar, inmediatamente, a la caída de las siete plagas postreras (Apoc. 15–18).

Eventos después que termine el tiempo de gracia

Al finalizar el tiempo de gracia, iniciará la “Ira de Jehová” (o llamada “ira del Cordero” [Apoc. 6: 16] o “Día de Jehová” [Joel 2: 31]), que consistirá en el envío de las siete plagas postreras. Durante este tiempo, sucederá lo siguiente:

  1. La caída de las siete plagas postreras.
  2. La “gran tribulación” y el armagedón.
  3. La angustia de Jacob.
  4. La segunda venida de Cristo (fin del armagedón).

Al igual que la parte anterior, ampliaremos cada una de estas profecías:

1. Caída de las siete plagas postreras

Después de terminar el tiempo de gracia, comenzarán a caer las siete plagas postreras. Como el anticristo, el falso profeta y los marcados por la bestia persiguieron y asesinaron a miembros del pueblo de Dios, el Señor decide castigarlos por medio de estas plagas. De ellas, las cuatro primeras serán literales (Apoc. 16: 1–9), y en las tres últimas hay expresiones literales y simbólicas (Apoc. 16: 10–21). Por medio de ellas, Dios castigará a los marcados por la bestia y a Babilonia (Apoc. 16: 2, 12, 19–21); Babilonia, específicamente, será castigada en las plagas sexta y séptima según Apocalipsis 17 y 18. Estas plagas finalizarán con la segunda venida de Cristo. Por su parte, los 144.000 sellados no recibirán las plagas (Apoc. 7: 1-4). Recordemos que Babilonia está conformada por el espiritismo, el papado y el protestantismo apóstata de los Estados Unidos (Apoc. 16: 13).

2. La gran tribulación

De acuerdo con Apocalipsis 7: 14 y Daniel 12: 1, cuando el Señor Jesús retorne encontrará una crisis en la tierra: sus hijos, los 144.000 sellados, serán perseguidos. El retorno de Cristo precisamente será para librar a los suyos de las manos de Babilonia. Según Elena G. de White, Babilonia responsabilizará a los sellados por la caída de las plagas, y argumentará que si los sellados fuesen perseguidos y asesinados, las plagas se detendrían.[19] Así, Babilonia impulsará una gran tribulación en contra de los 144.000 (Apoc. 7: 14).

Esta tribulación forma parte del armagedón. Recordemos que esta batalla será espiritual, pero al mismo tiempo implica una terrible persecución a los hijos de Dios debido a su fidelidad al Cordero. Sin embargo, como todas las batallas, el armagedón culminará en la segunda venida de Cristo. El Señor retornará para finalizar el armagedón y darle la victoria a los 144.000. De esta manera, este grupo de sellados, al ser librados por el Cordero, no experimentará la muerte. Si bien es cierto que serán perseguidos, el Espíritu Santo los protegerá y serán librados de la muerte.

3. La angustia de Jacob

Los hijos de Dios experimentarán la “angustia de Jacob” (cf. Jer. 30: 7). Esta angustia nos hace recordar la experiencia de Jacob momentos antes de volverse a encontrar con su hermano Esaú. Según Elena G. de White, lo mismo experimentarán los 144.000 al momento de ser perseguidos por Babilonia. Los sellados, en un momento, se pondrán tristes y comenzarán a plantearse varias preguntas sobre su salvación.[20] Sin embargo, el Espíritu Santo —que seguirá en la tierra— los reconfortará y ellos saldrán adelante.

4. La segunda venida de Cristo (fin del armagedón)

Cuando los 144.000 estén siendo perseguidos, el Señor Jesucristo vendrá en gloria y majestad, todo ojo lo verá (Apoc. 1: 7). Con su venida, como se comentó, finalizará el armagedón y los victoriosos serán Cristo y los 144.000 sobre Babilonia. Con su retorno, las plagas también cesarán, y los 144.000 y los resucitados de todas las edades serán llevados al cielo y así iniciar el milenio.

Por supuesto, momentos antes de la segunda venida se dará la resurrección parcial (llamada también “especial”). Los que murieron en el mensaje del tercer ángel —a partir del año 1844 d.C. — y los que crucificaron a Cristo resucitarán exclusivamente (Dan. 12: 2; Apoc. 1: 7; 14: 13). White escribió: “Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel salen glorificados de la tumba para oír el pacto de paz que Dios hace con los que guardaron su ley”.[21]

Conclusión

El libro de Apocalipsis revela que, antes del retorno de Cristo, habrá una crisis provocada por Satanás, el anticristo y el falso profeta. Ellos intentarán asesinar a los hijos de Dios e imponer una falsa adoración a nivel mundial. Sin embargo, el Espíritu Santo —el principal protagonista en los eventos relacionados con la crisis final— tomará una parte activa con el fin de proteger a su pueblo. Los 144.000 vivirán por siempre con el Cordero.

Fuente: Oscar S. Mendoza, “¿Cuáles son los eventos proféticos de la crisis final?”, en El fin está cerca: Una mirada a las profecías bíblicas, ed. Jiří Moskala, et. al. (New York, NY: Greater New York Conference, 2022), 86-96.


Referencias:

[1]Al abordar el asunto de la crisis final, es recomendable considerar lo siguiente: 1) Esta crisis será breve. 2) No es posible establecer fechas de inicio o de fin. Por tanto, es recomendable no especular sobre ellas. 3) Recordemos que, del lado de Cristo, el protagonista será el remanente fiel de Dios.

[2]Eventos de los últimos días (Washington, DC: Ellen G. White Estate, Inc., 2012), 111.

[3]Por lo menos, hay tres argumentos que sustentan esta interpretación: (a) el uso de la palabra griega “entolé” (“mandamientos”) que está en Apocalipsis 12: 17 y 14: 12. Generalmente, en el NT, “entolé” se refiere al decálogo (Mt 18; Ro 13: 9-10; Ef 6: 1-4). (b) la conexión entre el “arca del pacto” de Apocalipsis 11: 19 y la palabra “mandamientos” de Apocalipsis 12: 17 y 14: 12; como 11: 19 forma parte del contexto literario de 12: 17 y 14: 12, es necesario conectar los tres textos, y recordar que era en el arca del pacto donde se guardaban las dos tablas de la ley. Si se asocian el “arca del pacto” y los “mandamientos”; por supuesto, estos serían los que estaban en las dos tablas. (c) las acciones de las dos bestias en Apocalipsis 13, evidentemente, revelan su rebeldía abierta a las dos tablas de la ley, principalmente a los cuatro primeros mandamientos (Apoc. 13: 4, 5, 15-17).

[4]Sobre la adoración en el libro de Apocalipsis, ver C. Raymond Holmes, “Worship in the Book of Revelation”, JATS 8/1-2 (1997): 1–18; Edwin Reynolds, “The True and the False in the Ecclesiology of Revelation”, JATS, 17/2 (2006): 1835; Daniel Oscar Plenc, “O significado Proto­lógico e Escatológico da Adoração”, en O futuro: Visão Adventista dos Últimos Acontecimentos: Artigos Teológicos Apresentados no V Simpósio Bíblico-Teológico Sul-Americano em Homenagem a Hans K. LaRondelle, ed. Alberto Timm, et. al. (Engenheiro Coelho, SP: UNASPRESS, 2004), 167-76; Ekkehardt Mueller, “Reflections on Worship in Revelation 4 and 5”, Biblical Research Institute, https://adventistbiblicalresearch.org/wp-content/uploads/Reflections-on_Worship_in_Revelation_4_and_5.pdf (consultado: 15 de mayo de 2022); Larry L. Lichtenwalter, “Worship in the Book of Revelation: Worship as Confession and moral identity – Part 1”, Ministry, septiembre, 2016, 13-16; ibíd., “Worship in the Book of Revelation: The Worship aligns us whit God – Part 2”, Ministry, 16 de noviembre, 2016, 19-21.

[5]Esto ya lo ha demostrado Anthony MacPherson, en su artículo “The Mark of the Beast as a ‘Sign Commandment’ and ‘Anti-Sabbath’ in the Worship Crisis of Revelation 12-14”, Andrews University Seminary Studies 43/2 (2005): 267-283. En Adelante AUSS.

[6]Para un mayor estudio sobre la relación entre adoraciónmarca de la bestia y los mandamientos, ver William H. Shea, “The Controversy over the Commandments in the Central Chiasm of Revelation”, JATS 11/1-2 (2000): 216-231; MacPherson, 267-283; Oscar S. Mendoza, “Alusiones al sábado en Apocalipsis 12 al 14”, Berit Olam 7/1 (2010), 185-200; Jon Paulien, “Revisiting the Sabbath in the Book of Revelation”, JAT 9/1-2 (1998): 179-186; Larry L. Lichtenwalter, “The Seventh-Day Sabbath and Sabbath Theology in the Book of Revelation: Creation, Covenant, Sign”, AUSS 49/2 (2011): 285-320.

[7]Para un mayor estudio, ver Carlos Olivares, “El fuego del cielo (Ap 13:13) y la falsa parusía: Una mirada desde los escritos de Elena de White y la Biblia”, Evangelio 6 (2013): 133–144; Enrique Treiyer, “Fuego del cielo y la marca de la bestia: un estudio exegético de Ap 13:11-18”, Theologika 19/1 (2004).

[8]Sobre el papel de la música en la crisis final, ver Joaquín Azevedo, “Louvor, Adoração, e Espiritualidade: Ômega da Apostasia – Parte I”, Música sacra e Adoração, https://musicaeadoracao.com.br/20200/louvor-adoracao-e-espiritualidade-omega-da-apostasia-parte-1/ (consultado: 28 de marzo de 2022); ibíd., “Louvor, Adoração, e Espiritualidade: Ômega da Apostasia – Parte II”, Música sacra e Adoração, https://musicaeadoracao.com.br/20201/louvor-adoracao-e-espiritualidade-omega-da-apostasia-parte-2/ (consultado: 28 de marzo de 2022).

[9]Para un mayor estudio sobre la profecía omega de Elena G. de White, ver ibíd.

[10]Eventos de los últimos días, 136.

[11]El conflicto de los siglos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007), 502–503.

[12]Para un mayor estudio, ver Gerhard Pfandl, “A Escatologia de Ellen G. White”, O futuro, 311–326.

[13]Sobre el fuerte pregón, ver Oscar S. Mendoza, “La caída de Babilonia y el fuerte pregón” (manuscrito en proceso de publicación).

[14]Sobre los mensajes de los tres ángeles, ver Ekkehardt Mueller, “Creation and the Gospel in the Three-Angels’ Message”, DavarLogos20/1 (2021): 31–84; ibíd. “Misión en el Apocalipsis”, en Mensaje, misión y unidad de la iglesia, ed. Ángel M. Rodríguez, trad. Aecio Cairus (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), 125–148; Kwabena Donkor, “Worship: The Center of the Three Angels’ Messages”, Reflections 60, October, 2017, 6–10; ibíd., “Worship: The Center of the Three Angels’ Messages”, Reflections 61, January, 2018, 1-4; Jiří Moskala, “Theological Essence the Gospel of Revelation 14”, Adventist Review, 2 de octubre, 2020, 23–25; Alberto Timm, El santuario y el mensaje de los tres ángeles: Factores Integradores en el desarrollo de las doctrinas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, trad. Joel Leiva (Lima: Editorial Imprenta Unión, 2004); Oscar S. Mendoza, “El mensaje del remanente en el tiempo del fin: Los mensajes de los tres ángeles en Apocalipsis 14:6-12”, Didajé 1/2 (2013): 65–96; ibíd., “¿En qué consiste la proclamación de los mensajes de los tres ángeles?”, Estrategias 16/1 (2018): 75–96; Ángel M. Rodríguez, Future Glory: The 8 Greatest End-Time Prophecies in the Bible (Hagerstown, MD: Review and Herald, 2002), 125–136; ibíd., “Three Angels, One Gospel”, Ministry, June, 2021, 7–9; Dan-Adrian Petre, “The Three Angels’ Messages as the Teleological Principle of the Adventist Theological System”, en Eschatology from an Adventist Perspective, eds. Elías Brasil de Sousa, A. Rahel Wells, Laszlo Gallusz y Denis Kaiser (Silver Spring, MD: Biblical Research Institute, 2021), 429–455; Jacques Doukhan, “El mensaje de los tres ángeles”, en Eventos finales: Saber no es suficiente, ed. Mario Paulo Martinelli (Madrid: Safeliz, 2021), 6–10.

[15]Aquí, entendemos que los 144.000 y la gran multitud serían el mismo grupo. Para un mayor estudio, ver Mendoza, “Los 144 000 y la gran multitud en el contexto de Apocalipsis 7 y 14”, 46–83; Ekkehardt Mueller, “The 144,000 and the Great Multitude”, Biblical Research Institute, http://www.adventistbiblicalresearch.org/documents/144,000greatmultitude.htm (consultado: 16 de abril, 2008); Beatrice Neall, «Sealed Saints and the Tribulation», en Symposium on Revelation: Introductory and Exegetical Studies, Book 1, ed. Frank Holbrook (Silver Spring, MI: Biblical Research Institute, 1992), 245–278.

[16]Es necesario hacer la siguiente distinción: una cosa es la intercesión y otra cosa es la protección. Como los 144.000 ya han sido sellados, ellos ya no necesitan de la intercesión de Cristo ni del Espíritu Santo. Ellos tendrán asegurada su salvación. Sin embargo, ellos aún continuarán en la tierra y serán perseguidos por Babilonia y por todos los marcados. Lo que ellos necesitarán será protección, y será el Espíritu Quien los protegerá.

[17]Recordemos que el Espíritu Santo es el Representante de Cristo en la tierra. El Señor Jesús está con nosotros por medio del Consolador.

[18]Cristo viene, trad. David Gullón (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2003), 561.

[19]Ella escribió: “Estas enfurecieron a los malvados contra los justos, pues los primeros pensaron que habíamos atraído los juicios de Dios sobre ellos, y que si podían raernos de la tierra, las plagas se detendrían” (Eventos de los últimos días, 260).

[20]La angustia de Jacob que experimentan los 144.000 sellados responde a quienes abogan por la Teología de la Última Generación (TUG). Esta experiencia revela que los sellados continuarán con la naturaleza pecaminosa hasta la segunda venida de Cristo. Algunas respuestas a la TUG, están en: Jiří Moskala y John Peckham, ed., God’s Character and the Last Generation (Nampa, ID: Pacific Press, 2018). En español: El carácter de Dios y la última generación (Doral, FL: Inter-American Division Publishing Association, 2022); Ángel M. Rodríguez, “Theology of the Last Generation: A Chapter in Adventist Theological Discussions”, en Al aire del Espíritu: Festschrift al Dr. Roberto Badenas, ed. Ramón C. Gelabert y Víctor Armenteros (Libertador San Martín: Universidad Adventista del Plata, 2013), 199-213. Una versión ampliada y en español: “M. L. Andreasen, Elena G. de White y la teología de la última generación”, en El don de profecía y el ministerio de Elena G. de White, ed. Denis Kaiser, S. Yeury Ferreira y Joel Iparraguirre (Manhasset, NY: Greater New York Conference of Seventh-day Adventists – Ministerios Hispanos, 2021), 155-181; George Knight, End-Time Events and The Last Generation: The Explosive 1950s (Nampa, ID: Pacific Press, 2018). Tal vez, uno de los principales preconceptos que tienen los defensores de la TUG, sea la idea de que Cristo habría tenido una naturaleza pecaminosa, igual a la nuestra. Sobre la naturaleza humana única de Cristo, ver Atilio R. Dupertuis, Carpintero divino: La persona y la obra de Cristo (Berrien Springs, MI: Pioneer Publications, 1991); Roy Adams, La naturaleza de Cristo, trad. Félix Cortés (Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2009); Oscar S. Mendoza, “La Lección de Escuela Sabática sí tiene razón: Cristo no tuvo una naturaleza humana caída”, PrMendoza.com, http://prmendoza.com/la-leccion-de-escuela-sabatica-si-tiene-razon-cristo-no-tuvo-una-naturaleza-humana-caida/ (consultado: 9 de mayo, 2022).

[21]Eventos de los últimos días, 275.