Lectura de la Biblia (tercer hábito)

La lectura diaria de las Escrituras es una práctica invaluable que enriquecerá tu vida de múltiples maneras. Según se registra en 2 Timoteo 3:15-17, esta disciplina te proporcionará varios beneficios: (1) te acercará a un conocimiento más profundo de Dios, (2) te ayudará a discernir Su voluntad con mayor claridad, (3) contribuirá al desarrollo de tu inteligencia y sabiduría, (4) fortalecerá tu comunión con Dios, (5) te capacitará para discernir entre lo bueno y lo malo, (6) te equipará para ofrecer sabios consejos, y (7) te preparará para cumplir la misión que Cristo te ha encomendado.

Sin embargo, es importante destacar que estos beneficios solo se obtienen si te comprometes a leer la Biblia todos los días y a interpretarla correctamente. No podrás experimentarlos si solo lees ocasionalmente o si no profundizas en su significado. Para evitar esto, es fundamental buscar la ayuda divina para adquirir el hábito de la lectura diaria de Su Palabra. ¿Cómo puedes lograrlo?

  1. Sigue el plan de lectura de Reavivados por su Palabra (RPSP), leyendo un capítulo por día y reflexionando sobre su contenido.
  2. Lee la Lección de Escuela Sabática (LES) siguiendo su plan de lectura. Cumple con las lecturas sugeridas para ampliar tu conocimiento bíblico.
  3. Además del plan de RPSP, elige otro libro bíblico para leer. Por ejemplo, puedes dedicar este mes al libro de Proverbios, leyendo un capítulo diario después del almuerzo.
  4. Aprovecha el sábado para leer al menos cuatro capítulos del libro bíblico seleccionado. Si te acuestas a las 10:00 pm del viernes y te levantas a las 5:30 am del sábado, tendrás tiempo suficiente para leer. Si solo puedes leer tres capítulos, reserva el cuarto para la tarde del mismo sábado.
  5. Dedica tiempo a memorizar al menos un versículo bíblico cada día y compártelo en tus redes sociales si así lo deseas. La memorización fortalecerá tu conocimiento de las Escrituras.
  6. Amplía tu conocimiento bíblico leyendo libros que aborden temas teológicos relevantes. Puedes estudiar el curso bíblico de la “Fe de Jesús”, el libro de Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, o el Tratado de Teología Adventista, todos disponibles en línea.
  7. Analiza detenidamente el texto o capítulo que estés leyendo. Utiliza técnicas como subrayar, memorizar, resaltar, buscar referencias cruzadas en la Biblia, visualizar escenas bíblicas, o consultar una Concordancia bíblica. Es importante profundizar en la comprensión de las Escrituras.
  8. Comparte inmediatamente con otros lo que has aprendido. Organiza estudios bíblicos, comparte tus reflexiones en los cultos JA o divinos, entre otras oportunidades. Enseñar a otros lo que has aprendido te ayudará a afianzar tus conocimientos bíblicos.

Cuando te limitas a escuchar temas y sermones de diferentes predicadores sin dedicar tiempo a la lectura personal de la Biblia, estás recibiendo una comprensión “de segunda mano” sobre Cristo. Sin embargo, al comprometerte a leer directamente Su Palabra, obtendrás un conocimiento más auténtico de Él, siendo esta información de primera mano. Te animo fervientemente a cultivar el hábito de leer las Escrituras diariamente.